Charles de Gaulle, George Pompidou y Valery Giscard d'Estaing ejercieron la presidencia francesa al derrotara al socialista Francois Mitterrand. Pero a él llegó el turno vencedor en 1981. Ganó una reelección y como en ese momento los mandatos eran de 7 años, se convirtió en el político que más años fue el jefe de estado desde el final de la II Guerra Mundial.
Pero para el final de su gobierno, en 1995, Francia ya experimentaba los cambios profundos de la sociedad. que se fueron incrementando.
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Jacques Chirac y Francois Miterrand, la cohabitación del centro derecha y la socialdemocracia (Foto: Archivo)
De Gaulle ideó la V república con un sistema de gobierno particular. Ni una monarquía constitucional (como en España) o un presidente representativo del estado y un primer ministro ejecutivo (como Italia). El presidente es el jefe del estado y tiene facultades ejecutivas. Algunas las delega o comparte, según la ocasión, con el Primer ministro. Cuando ambas figuras son del mismo partido, no hay inconvenientes. Pero cuando son de partidos contrarios, surge el problema. Para eso Francia acuñó la "cohabitación".
En 1987, el presidente Miterrand (socialista) perdió la mayoría en la Asamblea Nacional. El líder de la centro derecha, Jacques Chirac, fue elegido como primer ministro. Aun con roces y desinteligencias, ambos debieron "cogobernar".
Em 1997, a Chirac le tocó el papel opuesto. Era el presidente, pero la Asamblea, con mayoría socialdemócrata, impuso a Lionel Jospin (Partido Socialista) como primer ministro. Así "cogobernaron" durante 5 años.
Pero luego, los tradicionales partidos se desgajaron y aparecieron opciones por los extremos. Nicolás Sarkozy llegó al poder por la UMP de Jacques Chirac, pero fue acentuando su postura de derecha hasta crear su propia fuerza, llamada "los Republicanos" en 2015 ( ya fuera del poder). La oposición social, gremial y política a varias de sus reformas abrieron el paso a más distancias en la política gala.
Eso permitió el regreso al poder del socialismo con Francois Hollande, pero apenas pudo estar en el poder durante un solo mandato. En su gobierno se aprobó el matrimonio igualitario y sufrió el atentado del terrorismo islámico en la sede de la revista "Charlie Hebdó" en París. Su popularidad en 2016 fue la más baja de cualquier presidente de la V república por la que desistió de buscar la reelección.
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Como en 2017, Marine Le Pen volverá a enfrentar a Emmanuel Macron en el Balotaje en Francia (Foto: Archivo)
La irrupción del Frente Nacionalista
Jean Marie Le Pen, el padre de Marine, creó esta agrupación política de extrema derecha. Y en 2002 con apenas el 16% de los votos, llegó al balotaje presidencial. La sociedad francesa se unió para derrotarlo y masivamente votaron por Jacques Chirac en la segunda vuelta de ese año. Le Pen debió dar explicaciones acusado de ser negacionista de los crímenes nazis, los excesos de la Republica de Vichy (la Francia ocupada) y hasta del holocausto. Pero su partido no cesó de crecer y más, con la renovación en manos de su hija. Con los postulados de extrema derecha, que impactaron en el electorado ante la falta de respuestas por parte de los gobiernos aún con el "estado de bienestar".
La izquierda se desgaja
Mientras tanto, el partido Socialista implosionó. Se fue debilitando hasta por "asuntos de alcoba", como la separación del matrimonio formado por Francois Hollande y Segolene Royal. Fue ministra de Ecología en en la presidencia de su esposo, y luego candidata presidencial, derrotada por Macron en 2007.
En tanto, otro nombre, comenzó a crecer por extrema izquierda: Jean Luc Melenchon. Se separó del Partido Socialista en 2008 y fundó el "Partido de Izquierda" ( Partí de Gauche - PG). Sus ideas más radicalizadas lo llevaron a unirse en el Frente de Izquierda con el PC francés.
Al igual que Le Pen, Melenchón fue creciendo en la intención de voto de los franceses.
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Una mujer pasa frente a los dos candidatos que disputarán el balotaje en Francia (Foto: Archivo)
Años de cambios mayores
En 2020 comenzó un periodo clave para el mundo por la pandemia. La economía global se paralizó. Francia ya venía de un año duro de protestas sindicales por las reformas laborales y previsionales impulsadas por Macron en 2019. El movimiento de "chalecos amarillos" lo tuvo en jaque todo ese año. La pandemia impactó en la economía. EL PBI bajó un 8,2% y la recesión fue la más dura desde el fin de la II guerra Mundial. Sumada a la decisión de llevar una dura política para hacer que los franceses se vacunaran contra el coronavirus, lo que le valió a Sarkozy muchas marchas violentas de los "antivacunas".
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Emmanuel Macron, enfrentó la pandemia y la crisis económica y social, a los movimientos antivacunas y ahora las consecuencias de la guerra entre Rusia y Ucrania (Foto: Archivo)
Con ese panorama, los reclamos por derecha y por izquierda encontraron un cauce para avanzar en la sociedad.
Para estas elecciones, Emmanuel Macron quedó como un moderado, apelando al europeísmo para recuperar al país de la debacle económica y enfrentar ahora, la crisis por la guerra entre Rusia y Ucrania.
Dos al balotaje, pero tres sectores muy parejos en la sociedad.
El camino de Melenchón (PG) parece más lento, tal vez por comenzar más tarde que la familia Le Pen. DE nuevo, Marine Le Pen enfrentará a Emmanuel Macrón. Es decir, la extrema derecha y la "moderación" o el "¿menos malo?" para el resto de la sociedad.
Pero atención, porque Jean Luc Mélenchon llegó tercero con el 22% de los votos. Un final cabeza a cabeza con Le Pen por entrar al balotaje.
"Le Pen es peligrosa” recoge este lunes el diario "Le Monde" en una rápida consulta en el electorado de Mélenchon. Pero, ¿eso es garantía del voto para Macrón en 14 días?
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Jean Luc Mélenchon, la izquierda radical sacó 22% el y puede definir quien gana el balotaje en Francia (Foto: Gentileza Le Monde)
Cuanto peor, mejor (a la francesa)
La otra alternativa es ese slogan muy conocido de los sectores extremos. Los radicalizados de izquierda pueden preferir que gane Le Pen para que quede bien en claro el "modelo de sociedad" que pretende la extrema derecha.
“Quieres a Le Pen. ¡Pues te lo damos! Así, en 2027, ¡será Mélenchon!" Es el análisis de otro sector que votó por el ex socialista. "Cuanto peor, mejor", tras una eventual mala administración de Le Pen, Mélenchon no tendría rivales en el próximo turno electoral. Una apuesta riesgosa, pero que parece minoritaria dentro de la extrema izquierda. Lo Cierto es que el partido Socialista, que logró solo el 1,75% de los votos, ya no es un muro de contención para este sector. O es Macróo, o serán ellos -creen- en 2027.
Pero antes, habrá elecciones en 14 días. Emmanuel Macron y Marien Le Pen suman el 50% del electorado. De cómo se comporte la otra mitad, dependerá quien ocupe el Palacio del Elíseo. Esta vez, los electores de Mélenchon, tienen el fiel de la balanza.