El problema grave es que Robert Kennedy Jr. es un negacionista y crítico severo por ejemplo de la universalización de las vacunas. A pesar de los que dice la ciencia, se comporta como un "terraplanista" en este campo. La comunidad de científicos ya puso el grito en el cielo porque sería el encargado nada menos que de una área muy amplia que se ocupa desde tendrá la el seguro médico, los medicamentos, los suministros médicos, las vacunas y los alimentos de los estadounidenses.
Entre sus recientes definiciones, muy peligrosas, le dijo a la cadena CNN que el no es partidario en absoluto en que los niños deban seguir un plan obligatorio de vacunas. Aún cuando esta demostrado desde hace décadas que las vacunas no solo protegen a quien la recibe sino evita la propagación de las enfermedades porque se logra lo que todos aprendimos en tiempo de la pandemia: la "inmunidad de rebaño". Es decir, un virus como el del Covid, por ejemplo, no tiene la posibilidad de seguir infectando, reproducirse y eventualmente, mutar a una cepa más peligrosa. Pero Bobby Kennedy Jr. no tiene en cuenta los avances de la ciencia y cree que puede revolucionar la medicina.
Con Kennedy Jr., Trump eligió a un "lobo para cuidar un gallinero"
RFK jr. es conocido en los Estados Unidos por haber hecho campañas sobre los casos de enfermedades crónicas. Pero sin evidencia científica alguna, la emprendió contra los laboratorios. En más de una oportunidad dijo que casos de autismo se presentaron en niños cuando recibieron las vacunas.
"Proveeré a los estadounidenses con transparencia y acceso a todos los datos para que puedan tomar decisiones informadas para ellos y sus familias”, señaló Kennedy. Pero esa afirmación le valió la crítica de muchos profesionales de la salud y científicos. Varios de ellos, trabajan en el CDC ( el centro para la prevención y control de enfermedades) que fue clave para la lucha contra la pandemia y el desarrollo de las vacunas. Justamente, Kennedy Jr. sería el jefe del CDC entre otras áreas.
Por eso conviene repasar varias de sus teorías que, por equivocadas y sin bases científicas, pueden comprometer a la salud de los norteamericanos y por extensión, en todo el mundo.
- El autismo y las vacunas: Una afirmación que ha sido refutada por científicos. Kennedy culpó erróneamente al timerosal, conservante para las vacunas, y el número de dosis en el calendario de vacunación infantil.
“Yo creo que el autismo viene de las vacunas”, dijo revelando su total desconocimiento sobre ese problema.
“Les ponen la vacuna, esa misma noche tienen fiebre de 40° Celsius, se duermen, y tres meses después pierden la capacidad cerebral”, dijo. “Esto es un Holocausto, lo que le están haciendo a nuestro país”, fue otra de las posturas si un fundamento que ahora, parece rescatar Donald Trump.
- la vacuna contra el coronavirus la “vacuna más mortal de todas”. En una audiencia celebrada en 2021 Kennedy proclamó que la vacuna era la “vacuna más mortífera jamás fabricada”
Las autoridades sanitarias afirman que las vacunas contra el coronavirus son seguras y eficaces, y que han salvado millones de vidas. Y sus impulsores y desarrolladores, de la vacuna en base a ARN mensajero, ganaron el premio princesa de Asturias y el Nobel de Medicina.
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Robert Kennedy Jr. va en camino contrario a su tío (Jack) y su padre (Bobby). Foto: Gentileza The Times)
Kennedy fue acusado por la difusión intencionada de desinformación sanitaria
- promueve la leche cruda, células madre y otros tratamientos médicos controvertidos o desacreditados
La leche se pasteuriza por una razón. La leche cruda es peligrosa para consumir, y la FDA y los CDC han desaconsejado su consumo debido a que puede contener bacterias peligrosas como salmonella, E. coli y listeria. que pueden ser mortales.
Kennedy Jr. es un intrépido. Desafía al gran adelanto logrado por Louis Pasteur y Claude Bernard en... ¡abril de 1862!
- Agencias gubernamentales de salud buscan "envenenar a la población"
“La agencia [de Salud], el Departamento de Agricultura (USDA), la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos) han sido capturados por las agencias que se supone que deben regular, y todos ellos tienen un interés en las subvenciones y el envenenamiento masivo del público estadounidense”, dijo Kennedy a Fox News, la gran cadena conservadora este año, cuando el hijo de Robert Francis Kennedy (asesinado en 1968, por progresista y no por retrógrado) dejaba a los demócratas para abrazar a Trump.
Su desconocimiento de los avances y certezas de la ciencia es notable. Llegó a afirmar que el SIDA no es causado por el VIH, que el agua puede influir en el género de los niños -por los productos que se utilizan para potabilizarla y purificarla y en plena pandemia recomendó la ivermectina y la hidroxicloroquina como tratamientos efectivos, algo totalmente falso y peligroso.
Uno de sus mayores dislates fue cuando señaló que el Covid-19 fue “dirigido étnicamente” para afectar a las personas blancas y negras. Por supuesto que la respuesta no tardo en llegar. Sus afirmaciones carecen de base científica. Científicos y políticos han denunciado ampliamente las declaraciones de Kennedy como racistas y antisemitas.
Sin embargo, Donald Trump, lo elogió en mar-a-lago en la noche del jueves cuando anunció su designación (Javier Milei estaba allí). De todas maneras, la nominación de "Bobby" debe tener la aprobación del Senado, que dominan los republicanos. Al contrario de lo que dijo Neil Armstrong al pisar la luna, su nombramiento en el área de salud sería "un retroceso gigantesco para la humanidad".