Nobel de Medicina

Nobel de Medicina 2023: premian a los investigadores que desarrollaron las vacunas contra el Covid-19

En el primero de los galardones anuales, la academia de Oslo reconoció a los que durante años desarrollaron la técnica del ARN mensajero, que permite "adaptar" rápidamente las vacunas para lograr la máxima eficiencia.
Roberto Adrián Maidana
por Roberto Adrián Maidana |
 Katalin Karikó y Drew Weissman por la vacuna contra el covid sobre la base del ARNmensajero ganaron el Nobel de Medicina de 2023 (Foto: comité Nobel)

 Katalin Karikó y Drew Weissman por la vacuna contra el covid sobre la base del ARNmensajero ganaron el Nobel de Medicina de 2023 (Foto: comité Nobel)

Es un premio tan merecido como esperado. La Academia de Oslo entregó el Premio Nobel de Medicina a Katalin Karikó y Drew Weissman, quienes desarrollaron las vacunas más eficaces contra la pandemia de Covid-19.

Son quienes elaboraron las vacunas sobre la base del ARN mensajero, es decir, la posibilidad de adecuar con ingeniería genética la capacidad de elaborar los anticuerpos necesarios para actuar de la manera más eficiente contra las mutaciones de los virus.

El comité decidió que el aporte de ambos investigadores produjeron “descubrimientos innovadores que han cambiado fundamentalmente nuestra comprensión de cómo interactúa el ARNm con nuestro sistema inmunológico”.

Las vacunas con este sistema de ingeniería genética resultaron ser las más eficaces de todas las que se lanzaron en tiempo récord para luchar contra la pandemia que paralizó al mundo en 2020.

La posibilidad de adaptar su composición fue lo que permitió que las vacunas (de Pfizer y Moderna) dieran la protección necesaria contra la matriz del virus del Covid-19 y luego, con sus mutaciones, especialmente Ómicron, que representó una de las oleadas más complejas en todo el mundo.

Un avance revolucionario

Katalin Karikó es húngara y consagró su vida a una investigación que puede decirse en gran medida "salvó a la humanidad de un drama inimaginable". El mundo en 2020 se detuvo, en términos económicos, pero también en las costumbres básicas del ser humano, como desarrollarse y moverse en sociedad. Tiene 68 años y cuando era muy jóoen comenzó a investigar esta posibilidad de modificar los patrones del Acído RiboNucleíco en su capacidad para transmitir las propiedades vitales del ADN, el Ácido Dexosironucleíco.

Las investigaciones se centraron en ese momento sobre el cáncer. Cuando a fines de 2019 el Covid-19 se expandió desde China al mundo, pensó en una rápida adaptación de lo conocido hasta entonces.

Trabajó con el Dr. Drew Weissman para adecuar ese conocimiento a la lucha contra la pandemia. Cuando se conoció como enfermaba el Covid-19, la solución más eficiente provino gracias al ARN mensajero.

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Gracias al ARN mensajero se pudo adaptar a las vacunas para que actúen en la fase temprana de la enfermedad del Covid-19 (Foto: Comité Nobel).

Gracias al ARN mensajero se pudo adaptar a las vacunas para que actúen en la fase temprana de la enfermedad del Covid-19 (Foto: Comité Nobel).

El virus tiene una proteína "spike" (espiga en forma de "Y") que actuaba como elemento de "acople" con las células sanas.

  • El virus rompe la célula sana con esa "espiga".
  • Luego vuelca su contenido y enferma a la célula que colonizó.
  • La réplica exponencial de ese proceso desarrolla la enfermedad del Covid-19 que mató a 6.881.955 de personas al día de hoy (según el relevamiento de la Universidad Johns Hopkins).

La revolución del aporte de ambos científicos fue que "diseñaron las vacunas a medida". Es decir, con ingeniería genética, lograron que el sistema inmunológico genere anticuerpos en su etapa más primigenia.

  • Actuaban sobre la proteína "Y".
  • Reconocida por los anticuerpos, no podía romper las células sanas.
  • La enfermedad pasó a tener una letalidad menor, incluso, que la influenza (como sucede en la actualidad).
  • Se adaptó rápidamente para ser eficaz ante cada mutación del virus.

La llave para regresar a la normalidad

Todas las vacunas desarrolladas en tiempo récord nos dieron la inmunidad que necesitábamos en la pandemia. Algunas con un nivel de eficacia no muy elevado o por poco tiempo. Pero todas hicieron su aporte.

Pero claramente, las de ARN mensajero, por su eficacia, duración y capacidad de adaptarse a nuevos desafíos, resultó ser la más importante de todas. Ese es el aporte para la historia de la humanidad.

El comité del Nobel, al anunciar el premio, habló de las posibilidades que se abren para actuar frente a otros virus y enfermedades: retomar el desarrollo original (más de 40 años) para lograr las tan esperadas vacunas contra el cáncer en términos generales; actuar rápidamente ante nuevas enfermedades infecciosas; el uso de proteínas en aplicaciones terapéuticas.

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El ARN mensajero y sus futuras aplicaciones (Foto: Comité Nobel).

El ARN mensajero y sus futuras aplicaciones (Foto: Comité Nobel).

Un premio esperado y más que justo

En plena pandemia, los responsables de otorgar el premio princesa de Asturias fueron unos adelantados. Katalin Karikó y Drew Weissman lo ganaron junto a otros 5 científicos más.

"Han conducido a innovadoras aplicaciones como la obtención, en un tiempo extraordinariamente corto, de vacunas efectivas para luchar contra la pandemia de la Covid-19", dice el considerando por el cual se les concedió el premio Princesa de Asturias a la Ciencia y Técnica.

Entre los ganadores estaban los responsables de Moderna y Pfizer, que le dieron el sustento mundial para desarrollar las dosis que llegaron a todo el mundo.

En su momento, A24.com destacó este premio Princesa de Asturias en estos términos: "Tal vez sea la antesala del premio Nobel. Pero el reconocimiento de la humanidad, ya está garantizado". Dos años más tarde, recibieron el premio más prestigioso del mundo. El Nobel de medicina.

FUENTE: moderna y pfizer