El periodista dice que representa anualmente un gasto presupuestario injustificado para mantener el dominio sobre las islas Malvinas, pobladas por solo 3.600 habitantes.
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En 1984, Jenkis escribió el libro "La batalla por las Malvinas", que tenía el título modificado en la versión original en inglés (Foto: A24.com).
La ocupación de las Malvinas, un "delirio imperial"
El periodista Simon Jenkins dice que "el imperio británico todavía enloquece a los gobiernos". Tomando el caso de las islas Chagos, cuya devolución a Mauricio se anunció la semana pasada, el columnista plantea como un "delirio y reminiscencia de un poderío pasado" mantener aún 14 colonias en el mundo. Incluso, critica que tras la devolución de Chagos a Mauricio, el Reino Unido sueña con mantener una base militar allí en conjunto con los Estados Unidos. "¿Para qué?", se pregunta Jenkins. Lo cierto es que ese caso sirve para que critique que otras dos posesiones sigan en poder del Reino Unido, sobre todo una en el océano Atlántico: las Islas Malvinas y las demás islas del Atlántico sur).
La Islas Malvinas deben ser devueltas a la Argentina
Jenkis sostiene que estas posesiones de ultramar resultan ser paraísos financieros para evadir impuestos con el perjuicio para los súbditos británicos que, con sus tributos, sostienen al país y, por ende, los gastos presupuestarios de ultramar. Dice puntualmente: "Gran Bretaña les ha permitido convertirse, después de los Estados del Golfo, en los mayores paraísos del mundo de riqueza ilegal, sin fuentes ni impuestos. Son una amenaza para las finanzas del mundo. Privan a los contribuyentes británicos (y otros) de miles de millones en ingresos cada año".
Pero luego va de lleno al tema que nos interesa a los argentinos. Dice que "dos dependencias siguen siendo problemáticas: Gibraltar y las Malvinas".
Dejemos de lado Gibraltar y el problema con los españoles para los británicos, para concentrarnos en nuestras islas. El primer ministro laborista, Keir Starmer, designó a Stephen Daughty como responsable dentro del "Foreign Office" para los asuntos con Europa y América del norte. Pero en su área también están las posesiones coloniales como las Malvinas. Jenkisn, sebre este punto dice :"Doughty se sintió obligado la semana pasada a desestimar una vez más la repetida demanda de Argentina de transferir la soberanía de las Malvinas". Fue cuando le compararon, justamente, el caso de Chagos con Mauricio.
Pero Jenkis apunta un dato clave: "Lo que generalmente se olvida es que antes de la invasión argentina de 1982, el gobierno de Margaret Thatcher estaba en realidad negociando una transferencia, a pesar de la preocupación expresada por los isleños".
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La bandera argentina volvió a flamear en las Islas Malvinas durante 73 días en 1982 (Foto: captura de TV).
Y agrega que el caso, la historia y la proximidad geográfica tenía similitud con Hong Kong, por lo que hacía que un acuerdo tuviera sentido común, posiblemente con una presencia de la ONU que garantizara el autogobierno de los isleños.
El columnista remata: "Sólo la acción imprudente del régimen militar argentino (con el general Galtieri) arruinó las conversaciones. Pero eso fue hace 42 años".
Jenkins dice que casi 50 años más tarde, la situación es insostenible para las arcas de los británicos, y da datos muy concretos.
Un gasto innecesario
Su parte más importante, el final del artículo, dice: "Defender a los 3.600 habitantes de las islas le cuesta ahora a Gran Bretaña unos 60 millones de libras al año. Esto es imperdonable". Tal como se ve desde cualquier mapa, Jenkins señala: "El único futuro que tiene sentido económico para las islas está en el continente adyacente".
Entonces, vuelve sobre lo que dice. "Si Thatcher pudo ver esto en 1982 –como vio más tarde la necesidad de descolonizar Hong Kong– ¿por qué Keir Starmer no puede verlo hoy?".
Termina con una crítica al actual primer ministro, laborista y no conservador, como la Dama de Hierro: "En lugar de eso, quiere gastar dinero pretendiendo ser un imperio en los océanos Índico y Atlántico. Los delirios de grandeza nunca cesan".