Acorralado, Boris Johnson no tiene más remedio que renunciar como Primer Ministro de Gran Bretaña.
Boris Johnson ya habló con la reina Isabel II
La prensa británica informa que esta mañana, Boris Johnson habló con la reina Isabel II para informarle de su decisión -forzada - de renunciar a su cargo.
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La residencia del primer ministro de Gran Bretaña, a la espera de la renuncia de Boris Johnson (Foto: Gentileza The Independent)
La monarca sólo debe aceptar su dimisión. Luego será el Parlamento británico el órgano al que le corresponde decidir quién será su sucesor. Se especuló con que como último recurso, Boris Johnson disolviera al Poder legislativo para llamar a nuevas elecciones general e intentar reeditar en las urnas su triunfo contundente en diciembre de 2019.
La abrumadora mayoría que obtuvo - 368 diputados sobre un total de 650 – le permitió culminar su objetivo más relevante y trascendente para el país: el "Brexit", la salida del Gran Bretaña de la Unión Europea.
Boris Johnson prometió una nueva "era de prosperidad a los británicos" decidiendo su destino fuera del consenso de Bruselas. Pero este año, la inflación llega casi al 10%, la más elevada en décadas y muy por arriba del promedio de la Unión Europea. Sumada a la crisis del combustible y la energía, la figura de Boris Johnson se derrumbó rápidamente.
La pandemia y el "Partygate" su principio del fin
El manejo que hizo Boris Johnson de la pandemia de coronavirus fue su principal punto negativo frente a la opinión pública. Primero porque pensó pocas medidas de contención para favorecer la "inmunidad de rebaño" de manera rápida. Pero las autoridades sanitarias ( el NHS, el Servicio Nacional de Salud) advirtieron del elevado número de muertes y el colapso sanitario para el país que esa medida acarrearía.
Allí cambió de estrategia: prevención, cuidados y apostar a tener rápidamente una vacuna. La británica desarrollada por la Universidad de Oxford, la del laboratorio AstraZeneca, fue de las primeras en aplicarse en el mundo. El propio Boris Johnson se enfermó y estuvo tres días en terapia intensiva por el coronavirus.
Pero la herida mortal para su carrera política fue el "Partygate". Se supo que en 2020, especialmente durante el invierno europeo y sobre todo, para las fiestas de navidad, Boris Johnson, alentó, organizó y participó en una serie de reuniones o "fiestas" con sus colaboradores y amigos familiares, mientras toda la población británica estaba bajo aislamiento por una ola de coronavirus.
Conocido como el "partygate" la investigación del parlamento y de la policía concluyeron en encontrarlo responsable de esas fiestas que burlaron las restricciones vigentes para la población. Por primera vez en la historia, Scotland Yard, la policía de investigaciones de Londres, multó a un primer ministro en funciones, por esa grave falta.
El episodio disparó no sólo los pedidos de renuncia por parte de la oposición, sino de su propio partido conservador.
Las renuncias masivas de su gabinete precipitaron esta renuncia que Boris Johnson intentó evitar por todos los medios. Ahora sólo resta conocer el tiempo y la forma para designar a su sucesor como primer ministro de Gran Bretaña