"No lograba entender lo que pasaba, pensé que era sangre de ella", cuenta Olga. Las fotos de la mujer con su cabeza vendada y cubierta por una manta térmica mientras amamantaba a Victoria recorrieron las redes sociales. Y simbolizaron, una vez más, la forma en que la población de ucrania vive la invasión rusa.
Cómo fue el momento del ataque en Ucrania
Olga, Victoria y su papá Dmytro estaban en su casa de la capital ucraniana cuando explotaron los vidrios de las ventanas. Entones Dmytro agarró en brazos a la bebé. Olga, quien prefirió no dar a conocer su apellido, contó que, minutos antes, se había despertado para amamantar a Victoria. Por eso la tenía en brazos y logró cubrirla con su cuerpo y las mantas de la cama.
"Eso fue lo que la conservó viva. La había tapado justo a tiempo. Y después Dmytro nos cubrió con su cuerpo a las dos", relató la mujer.
Olga contó que, en ese momento, creyó que era su hija quien sangraba. Su marido buscó tranquilizarla: "Olga, la sangre es tuya, no de la bebé", le explicó.
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Ucrania bajo ataque: ¿Qué se sabe de los civiles afectados?
Las imágenes dieron cuenta de las consecuencias que deja la guerra sobre la sociedad civil de Ucrania. Según los últimos datos de la oficina de la Alta Comisionada para lo Derechos Humanos de la ONU, desde que empezó la guerra entre Rusia y Ucrania murieron 902 civiles. Unos 1.459 resultaron heridos. Sin embargo desde la entidad aseguran que el número puede ser "considerablemente más alto".
La mayoría de las muertes fueron causadas por "armas explosivas con un área de amplio impacto, incluyendo bombardeos de artillería pesada y múltiples sistemas de lanzamiento de cohetes" así como "misiles y ataques aéreos", indicó esa oficina de la ONU.
Según las autoridades ucranianas los muertos civiles en Kiev son al menos 60.
Cómo siguen la mujer y su bebé
Ahora Olga se recupera en el Hospital de Niños de Okhmatdyt. Allí la atienden por las heridas múltiples que recibió. Victoria solo tuvo algunos rasguños y moretones.
Junto a ellas está Dymtro, quien dormía en el cuarto cuando estallaron los vidrios de la habitación. Hoy busca mantener la calma: "No hay nada que podamos hacer más que mantenernos positivos, pensar que esto fue lo peor, la cosa más horrible que pudo habernos pasado en la vida".
Con información de la agencia Reuters.