Todo se perfilaba como para convertirse en un partido para disfrutar. Pero en el segundo tiempo se vivió una verdadera pesadilla. El equipo entró dormido y hasta tuvo muchas licencias defensivas. Es cierto que en la primera etapa no había brillado. No obstante, en el complemento se vio un equipo estático, con poca actitud y demasiado errático. El gen que Scaloni supo darle a esta Selección estaba ausente.
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Messi tuvo un partido de más a menos ante Arabia Saudita. (Foto: AP)
Hubo algunas postales que no pasaron inadvertidas: Rodrigo de Paul, con los brazos caídos; Cuti Romero tuvo fallas en defensa que antes no tenía; Nicolás Otamendi tuvo un error en el segundo gol, aunque hay que reconocer que el defensor del Benfica fue también una garantía en la defensa argentina.
La derrota desdibujó a la Selección. Para sorpresa de muchos, no hubo puntos altos en el equipo. A Messi le costó mucho sacarse a un jugador de encima, como también a Ángel Di María. Lautaro Martínez tuvo varias posibilidades de gol, pero siempre terminó en posición adelantada.
En resumen, como se dijo, fue el peor partido de la era Scaloni. Porque ante Arabia era el momento que tenía que dar el salto, era un encuentro que servía como vidriera y demostrar que eran candidatos en Qatar 2022. Era el día que había que graduarse y entusiasmarse con ganar la Copa del Mundo.
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Rodrigo De Paul no tuvo un buen partido y llamó la atención verlo de brazos cruzados. (Foto: Reuters)
Hasta hace unas horas, sobre la Selección de Scaloni se comentaba que no nos miente, nos dice la verdad sobre Messi, sobre su estado de ánimo y que los jugadores están bien, que el plantel está perfecto. Sin embargo, algunas preguntas flotan en el ambiente: ¿Qué pasó hoy? ¿Los nervios se apoderaron de los jugadores en el debut mundialista?
El plantel no respondió físicamente. El sábado será la segunda función y ahí se conocerá la verdad: si lo de hoy fue un traspié o si los jugadores no llegaron al 100% a esta cita.