Ibáñez, quien principalmente había jugado para el equipo de reserva de Atlético Tucumán, se encontraba en el conjunto ecuatoriano desde marzo pasado, buscando más oportunidades de juego. El domingo, se había entrenado sin problemas, pero empezó a sentir dolores intensos en el pecho y fue hospitalizado en el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS).
“Los médicos nos informaron que sufrió una embolia pulmonar”, explicó Leonardo Maroto, dirigente de Chacaritas FC, quien lógicamente suspendió el partido que el equipo debía disputar el miércoles contra Cuniburo.
Ibáñez, quien fue campeón con Atlético en el torneo de la Liga Tucumana de Fútbol en 2019, había participado en la última pretemporada del plantel principal en enero, como tercer arquero, detrás de Tomás Marchiori y Luis Ojeda, bajo la dirección de Lucas Pusineri. Luego, fue cedido a préstamo al club ecuatoriano.
Esta no es la primera tragedia que ha afectado a Atlético Tucumán. En marzo pasado, el club sufrió la pérdida de Jonathan Alderetes, de 19 años, debido a un accidente automovilístico en la capital de la provincia. En junio de 2022, el delantero Fabricio Navarro, de la categoría 2001, sufrió un infarto mientras dormía en su hogar, y en noviembre pasado, el mediocampista colombiano Andrés Balanta se descompensó durante un entrenamiento con sus compañeros de equipo y no pudo ser reanimado a su camino al hospital.