Con mucho pesar, es el final de un recorrido que esperaba que fuera más largo y que terminara con un mejor sabor de boca, a la altura de todos los éxitos que hemos logrado con nuestra Roja. Humildemente, creo que esa trayectoria merecía terminar por una decisión personal o porque mi rendimiento no estuviera a la altura de lo que merece nuestra Selección, pero no por cuestión de la edad u otras razones que, sin haberlas oído, he sentido. Porque ser joven o menos joven no es una virtud o un defecto, es solo una característica temporal que no necesariamente está relacionada con el rendimiento o la capacidad. Miro con admiración y envidia a Modric, a Messi, a Pepe... la esencia, la tradición, los valores, la meritocracia y la justicia en el fútbol. Lamentablemente no será así para mí, porque el fútbol no siempre es justo y el fútbol nunca es solo fútbol.
Por todo ello lo asumo con esta tristeza que quiero compartir con vosotros, pero también con la cabeza muy alta y muy agradecido por todos estos años y por todo vuestro apoyo. Me llevo recuerdos imborrables, todos los títulos que hemos peleado y celebrado todos juntos y el tremendo orgullo de ser el jugador español con más internacionalidades. Este escudo, esta camiseta y esta afición, todos vosotros, me habéis hecho feliz. Seguiré animando a mi país desde casa con la emoción del privilegiado que ha podido representarlo orgulloso 180 veces. ¡Gracias de corazón a todos los que siempre creísteis en mí!".