Futbol y Big Data

Mentes brillantes: cuando un campeón de fútbol también se construye desde la IA

Ian Graham y Will Still son apenas dos ejemplos de cómo la Bid Data y un videojuego pueden ser fundamentales para alcanzar la gloria en una cancha. Sus historias detrás de los éxitos del Liverpool y el Reims.
Roberto Adrián Maidana
por Roberto Adrián Maidana |
Will Still

Will Still, no tiene el diploma de técnico, pero llegó a la élite del fútbol desde los videojuegos. (Foto: A24.com)

- "El Dortmund mereció ganar, tuvo mala suerte", dijo Ian Graham.

- "A mí ver el partido me dio la misma sensación de injusticia", contestó Jurgen Klopp.

- "Pero yo no vi ni un solo minuto, solo lo analicé en la compu", lo sorprendió Graham.

El curioso diálogo se dio hace unos años. Ian Graham es un físico teórico que domina el Big Data en las computadoras. Jurgen Klopp es el exitoso director técnico alemán del Liverpool.

El DT germano tardó en saber que fue esa mente científica quien le recomendó al club inglés que lo contratara. Poco después demostró que estaba en lo cierto.

En 2019, el Liverpool ganó la Champions League, el torneo más importante de clubes de Europa.

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Jurgen Klopp en el centro, a su izquierda Ian Graham, el genio del Big data aplicado al fútbol (Foto: Liverpool F.C.).

Jurgen Klopp en el centro, a su izquierda Ian Graham, el genio del Big data aplicado al fútbol (Foto: Liverpool F.C.).

"No necesité ver ni un minuto del partido"

Ian Graham le contó a Klopp cómo llegó a la misma conclusión que el entrenador sin ni siquiera ver un resumen del partido. Gracias a la Big Data (la enorme cantidad de información que solo pueden procesar las computadoras para ayudar a tomar decisiones) tomó todos los datos de la campaña de Borussia Dortmund en la liga alemana bajo la dirección técnica de Klopp. El equipo logró poner en peligro la hegemonía indiscutible del Bayern Munich, que en una mala temporada puede salir segundo en la Bundesliga. Y analizando ese rendimiento, supo que el Borussia Dortmund mereció ganar muchos partidos en los que se le negó la fortuna.

Graham estudió así a sus jugadores y a su rendimiento colectivo y le dijo: "Usted debe ser el entrenador con peor suerte en la liga alemana. Merecía el subcampeonato, pero el azar hizo que solo terminara séptimo", le reconoció.

Con esos datos, regresó a Inglaterra. Graham tenía un contrato para este asesoramiento tan especial: era la "mente brillante" del Liverpool. Fue a ver al manager de su club y le dijo: "Contraten a Jurgen Klopp". Ese séptimo lugar en la liga alemana era totalmente falso, según él, quien veía en Klopp a un potencial campeón.

Así, en 2015, en su primer año en los Reds, Klopp terminó octavo en la liga, pero fue subcampeón en la Europa League. Al año siguiente fue cuarto en la Liga inglesa. Repitió en 2018, y en 2019 alcanzó la gloria: fue segundo en la liga con 97 puntos, invicto de local y a solo uno del campeón, el City de Guardiola. Pero ganó la Champions League ante el Totthenham luego de una remontada histórica ante el Barcelona de Lionel Messi en semifinales.

Los datos de Graham se combinaron con el juego de los muchachos de Klopp. El Big Data también definió compras de jugadores de élite, como el Egipcio Mohamed Salah.

Al año siguiente, ganó la liga Inglesa. Mientras Klopp celebraba, Ian Graham cambió de aires. Ahora trabaja como free lance, ofreciendo su sabiduría al club que quiera contratarlo. Incluso, asesora a varios al mismo tiempo.

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Liverpool, ganador de la Champions League en 2019 (Foto: Liverpool F.C.).

Liverpool, ganador de la Champions League en 2019 (Foto: Liverpool F.C.).

De los videojuegos, al primer plano mundial

Similar a lo de Graham, el caso de Will Still es extraordinario. Nació en Bélgica y jugó al futbol en clubes menores. Pero mientras era joven, tenía pasión por un juego en las consolas y computadoras que atrapa a millones de videodeportistas: el Football Manager.

El juego coloca al participante como responsable total de un club. Compras, ventas, altas y bajas de los jugadores para cada temporada. Inclusive, la planificación de los partidos, que luego derivará en el resultado. Will, en ese terreno, era una estrella; pero en el otro, en el de la vida real, apenas discreto. Jugo en tres equipos, uno de los cuales desapareció. Pero a los 17 años se marchó a Inglaterra (el país de su padre) con una clara convicción: su futuro en el fútbol estaría como entrenador. De eso sabía como pocos, aunque fuera en una consola.

Después de pasar por el equipo de juveniles de Preston North End, regresó a Bélgica. Se convirtió en analista en video del Sint Truden. Hizo tan bien su tarea, que el técnico se deslumbró y lo contrató como colaborador principal. En 2015, el mismo año en que Klopp llegaba al Liverpool, el Sint Truden ascendía a Primera División en Bélgica.

Las vueltas de la vida lo llevaron al club de sus inicios, el modesto Lierse. Era técnico con el Big Data y quedó como interino cuando despidieron al principal. Sus datos y análisis del juego (con el Football Manager como base) le hicieron ganarse el puesto de técnico del plantel superior encadenando victoria tras victoria.

Pero Still nunca hizo el curso de director técnico, ni siquiera hoy, en 2023. Por eso tuvo que dejar ese puesto y volver a ser asesor desde la tecnología en el Beerschot. El club terminó noveno.

Un golpe de suerte justo a tiempo

Still se unió al Stade de Reims, en Francia, como ayudante de Oscar García. Al final de la temporada 20/21, el Reims despidió a García y lo contrató como el entrenador del plantel profesional. Llegó el momento que esperó toda la vida.

Arrancó con cinco partidos invictos y la serie se prolongó hasta 19. El modesto Reims, siempre en el sube y baja entre la Ligue 1 y la Segunda, se consolidó en la misa división del PSG de Neymar, Mbappé y Messi. Hasta le jugó de igual a igual y empataron en el Parque de los Príncipes.

Este año, ya consolidado, marcha cuarto en la liga de Francia. Ya nadie lo discute y, además, el Reims sueña con algo increíble: jugar la Champions League en 2024.

"Siempre quiero ganar en el Football Manager", cuenta Still, y agrega: "No Importa en que equipo esté, lo replico en el videojuego, desde los tiempos en que quería ser campeón con el modesto Lierse".

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Will Still. Todo lo que sabe de fútbol lo aprendió por su fanatismo por el juego en las consolas y los datos estadísticos (Foto: gentileza Sport).

Will Still. Todo lo que sabe de fútbol lo aprendió por su fanatismo por el juego en las consolas y los datos estadísticos (Foto: gentileza Sport).

Vale lo que hay que pagar por él

Still no tiene la licencia de técnico profesional. Pero eso al Reims no le importa. Desde un videojuego y el Big Data, está ya en la élite del futbol europeo. Aunque tiene un precio.

Por no tener la habilitación, el club debe pagar 25.000 euros cada vez que se sienta en el banco como DT. El Reims los paga gustoso. Desde el Football Manager llegan los resultados favorables al campo de juego.

En América sí se consigue

El portugués Abel Ferreira, entrenador del Palmeiras, también reconoció que utiliza el videojuego de Football Manager para seguir futbolistas. Lo definió como "una fuente de donde obtengo información de mis jugadores y los rivales".

Su éxito fue total. El Palmeiras se consagró dos veces seguidas campeón de la Copa Liberadores. "Puedo decir que, aún hoy, uso ese juego para ver las características de los jugadores que me propone el Palmeiras. Creo que es un juego completo. Veo jugadores, veo cómo el juego los describe en lo mental, en lo técnico y en la parte física. El nivel de conocimiento e información es muy real".

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Abel Ferreira, técnico portugués que ganó con Palmeiras la Copa Libertadores, también fanático del Football Manager y el Big Data (Foto: gentileza AS).

Abel Ferreira, técnico portugués que ganó con Palmeiras la Copa Libertadores, también fanático del Football Manager y el Big Data (Foto: gentileza AS).

Y sí, la prueba está en Klopp y su Liverpool, en Still y el Reims y en el Palmeiras con Abel Ferreira.

"Fútbol: dinámica de lo impensado", es el título del clásico libro de 1967 del periodista Dante Panzeri. El fútbol también cambió, aunque nadie podía imaginar este suceso que llega desde los videojuegos.