“Parecía estar buscando a alguien”, recordó Reyes, quien también detalló que la joven le dijo que no estaba perdida ni drogada. A su vez, Jesús Brito, de 76 años, recordó haberla visto haciendo dedo, aunque sin éxito, ya que varios camioneros se negaron a llevarla.
La reactivación de esta causa también ha permitido descartar varias pistas falsas y se ha centrado en el análisis de los testimonios de quienes tuvieron contacto cercano con Cash.
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Así se vería María Cash hoy.
Entre ellos se encuentra un camionero que afirmó haberla llevado desde la estación de Torzalito hasta la gruta de la Difunta Correa, en la ruta 34. Sin embargo, las autoridades han encontrado inconsistencias en las cinco declaraciones que este hombre dio, incluyendo contradicciones sobre el lugar en el que la dejó.
Además, el testimonio de Ramón Crespín, dueño de una gomería cercana al sitio donde desapareció Cash, ha puesto en duda la versión del camionero, sugiriendo que su relato podría no coincidir con la realidad del lugar. Crespín aseguró que en la zona de la gruta de la Difunta Correa, donde el hombre dice haberla dejado, “no hay espacio para frenar un camión de la carga que él llevaba”.
La investigación continúa bajo la supervisión del Ministerio Público de Salta, que busca aclarar la desaparición de María Cash, una de las más enigmáticas del país, a través del análisis de nuevos y antiguos testimonios en el expediente.
Qué pasó con María Cash
La diseñadora de ropa, nacida en Buenos Aires, desapareció el 8 julio de 2011 en la provincia de Salta cuando tenía 29 años, y desde entonces su caso estuvo envuelto en una nebulosa sin pistas contundentes.
María Cash tomó un colectivo en la terminal porteña de Retiro, con destino a San Salvador de Jujuy, y fue vista por última vez en Salta. Ese día, fue captada por las cámaras de seguridad de la entonces empresa concesionaria de la autopista de acceso a la capital salteña, en la plaza de peaje.