A 13 años de la desaparición de María Cash, la Justicia Federal decidió retomar la investigación desde cero, con la esperanza de arrojar luz sobre uno de los casos más enigmáticos de Argentina.
El fiscal general Eduardo Villalba ordenó la citación de testigos clave en la zona de Palomitas, último lugar donde se tuvo registro de la joven.
A 13 años de la desaparición de María Cash, la Justicia Federal decidió retomar la investigación desde cero, con la esperanza de arrojar luz sobre uno de los casos más enigmáticos de Argentina.
El fiscal general Eduardo Villalba ordenó la citación de testigos clave en la zona de Palomitas, en la ruta 9-34, último lugar donde se tuvo registro de la joven.
Según la prensa local, entre los convocados está Ramón Crespín, dueño de una gomería cercana, quien fue uno de los primeros en ser interrogados cuando comenzó la búsqueda.
El testigo asegura que ni él ni su familia vieron a María Cash en los días posteriores a su desaparición y cuestiona la versión de un camionero que afirmó haber dejado a la diseñadora cerca de su vivienda.
"Mi padre, que vende velas en el santuario de la Difunta Correa, tampoco vio a María ni al camionero en el lugar”, sostuvo Crespín. La falta de cámaras de seguridad y la ubicación aislada de la gomería complican la verificación de estos testimonios.
El relato del hombre no solo agrega dudas sobre el testimonio del camionero, quien podría tener información clave, sino que también recuerda los momentos difíciles que vivió su familia durante los allanamientos realizados en su hogar.
Según sus dichos, las autoridades “los trataron mal”, y detalló que su hermano recibió golpes, mientras que su padre y su esposa fueron esposados con precintos, sin explicaciones.
También denunció que, durante el operativo, se llevaron pertenencias familiares, incluyendo ropa y un teléfono móvil, sin que hasta la fecha se los hayan devuelto ni explicado su importancia en la investigación.
Mientras la familia de María Cash sigue exigiendo respuestas, las nuevas diligencias reavivan las esperanzas de esclarecer el paradero de la joven. La familia de Cash manifestó que continuará “tocando todos los timbres” hasta que se haga justicia, y este nuevo impulso en la causa podría ser el primer paso hacia una verdad largamente esperada.
La diseñadora de ropa, nacida en Buenos Aires, desapareció el 8 julio de 2011 en la provincia de Salta cuando tenía 29 años, y desde entonces su caso estuvo envuelto en una nebulosa sin pistas contundentes.
María Cash tomó un colectivo en la terminal porteña de Retiro, con destino a San Salvador de Jujuy, y fue vista por última vez en Salta. Ese día, fue captada por las cámaras de seguridad de la entonces empresa concesionaria de la autopista de acceso a la capital salteña, en la plaza de peaje.