Luego fue trasladada al hospital de Ezeiza donde fue operada para extraer las cápsulas y quedó detenida cuando le dieron el alta.
Si bien el hecho se conoció este jueves, ocurrió el pasado 29 de julio. Ese día, la joven pretendió embarcar en el vuelo N° IB 2602 de la empresa aerocomercial Level, con destino a la ciudad de Barcelona, España.
Según se supo, durante una entrevista previa al vuelo, había sido seleccionada especialmente para un interrogatorio particular por algunas cuestiones que llamaron la atención del personal de control. Por ejemplo, por el hecho de que su pasaporte había sido emitido muy recientemente, al igual que el pasaje.
Por otra parte que el vuelo sea directo, sin escalas con el destino, también despertó suspicacias, porque las personas que ingieren drogas para contrabandear tienden a tomar estos vuelos, para reducir las chances de defecar las cápsulas durante el trayecto.
Las dudas de la pasajes llamó la atención de la policía
Fuentes del caso informaron que, ante las consultas, la pasajera “respondió de manera incongruente y dubitativa”, lo cual levantó aún más las sospechas. Ante esta situación, agentes de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), conjuntamente con funcionarios de la Dirección General de Aduanas y personal de AIRCOP, procedieron a realizarle un control corporal no invasivo mediante equipo de rayos X (Body Scan) y delante de la presencia de testigos.
La inspección dio pie a la revelación del delito: en las imágenes los efectivos observaron la posible presencia de elementos extraños en el organismo, concentrados en su zona genital.
En consecuencia, con la orden judicial en mano, la pasajera empezó a ser requisada hasta que en un momento confesó espontáneamente y manifestó que transportaba un paquete introducido vía vaginal. En su cuerpo había un profiláctico con 11 cápsulas de cocaína, de aproximadamente 10 gramos cada una.
La joven fue trasladada al Hospital de Ezeiza. Allí, bajo custodia de la PSA, estuvo incomunicada mientras evacuaba las cápsulas detectadas en las imágenes del escáner, las cuales finalmente fueron muchas más que 11: tenía otras 67 cápsulas en el sistema digestivo. En total, en su cuerpo llevaba 742 gramos de esa droga.
La mula -cuya identidad no trascendió- fue dada de alta y quedó detenida a disposición del Juzgado Penal Económico N°6, a cargo de Marcelo Aguinsky.