El traslado no fue sencillo. Durante el camino hacia el hospital Natalio Burd, adonde fue llevado para una revisión médica, el joven intentó lanzarse del patrullero en plena Ruta 7, poniendo en riesgo su vida y la de los oficiales. Según el reporte policial, también escupió a los efectivos y lanzó insultos, confirmando la agresividad con la que se desenvolvió durante toda la detención.
Una vez asegurada la captura de ambos jóvenes, fueron trasladados a la Comisaría Quinta de Neuquén, donde se desató la fase más violenta del episodio.
De acuerdo con el relato oficial, uno de los detenidos, de 24 años, comenzó a autolesionarse dentro de la celda, lo que obligó a los agentes a esposarlo para evitar que se hiciera más daño. Sin embargo, la medida no logró calmarlo. Por el contrario, empezó a romper una pared junto a su cómplice, lanzando escombros hacia los efectivos.
En paralelo, incitaban al resto de los internos a sumarse a un motín, generando un clima de tensión creciente. Los policías solicitaron refuerzos de la Comisaría 52 ante el temor de que la situación se desbordara por completo.
El episodio alcanzó su punto más dramático cuando uno de los detenidos se tragó accidentalmente un escombro en medio del disturbio. Según el testimonio de los agentes, el joven comenzó a ahogarse y su rostro se tornó azul, lo que alertó de la urgencia de actuar.
Un efectivo le practicó la maniobra de Heimlich, logrando que expulsara el pedazo de pared y recuperara la respiración. “Cuando lo vimos casi sin aire, pensamos que se moría ahí mismo”, confió uno de los policías que intervino en el procedimiento. La rápida reacción de los uniformados fue clave para evitar una tragedia dentro de la seccional.
Pese a haber estado al borde de la muerte, el mismo joven intentó escapar corriendo por los pasillos internos de la comisaría mientras llegaban los refuerzos. La huida duró apenas unos segundos: fue reducido y asegurado por el personal, que finalmente logró controlar la situación.
El saldo de la violenta jornada incluyó destrozos en las instalaciones, un detenido con riesgo vital por asfixia, intentos de motín y fuga, además de la confirmación de que ambos sospechosos están acusados por el robo violento a un menor.
El hecho dejó en alerta al barrio Balcón del Valle, donde los vecinos reclaman mayor presencia policial ante la reiteración de delitos cometidos por jóvenes en moto.
Según trascendió, los dos involucrados son familiares entre sí y tendrían antecedentes por hechos delictivos en la zona. La Fiscalía de Neuquén trabaja ahora en la imputación formal por robo agravado, resistencia a la autoridad y daños en la comisaría.
El caso se suma a otros episodios recientes de inseguridad juvenil, que preocupan tanto a las autoridades locales como a los habitantes del sector. Mientras tanto, los efectivos que lograron controlar el motín y salvar la vida del detenido destacaron que se trató de una de las intervenciones más tensas de los últimos meses.