En su indagatoria, negó haber tenido algún tipo de relación con el crimen de Susana Cáceres, a quien dijo que ni siquiera conoce, pero admitió que es suya la camioneta Renault Duster negra que quedó filmada por una cámara de seguridad en las horas previas al hallazgo del cadáver de la víctima a un costado del Camino del Buen Ayre, en las proximidades de la escena donde fue encontrado el cuerpo.
El hombre reconoció que es su camioneta, pero dijo que estuvo allí estacionado durante unos 40 minutos porque sufrió problemas mecánicos y que, una vez solucionados, se retiró. Tras la indagatoria, la fiscal pidió la detención formal del imputado ante el Juzgado de Garantía 1 de Moreno.
En tanto, los investigadores aguardan para la próximas horas los resultados de las muestras presuntamente de sangre que se levantaron de la camioneta Duster del sospechoso para intentar determinar si pertenecían a la víctima.
Además, los resultados de otros peritajes sobre cuchillos que fueron secuestrados en la vivienda de Lescano con la intención de establecer si alguno de ellos fue el utilizado para provocarle los cortes que presentaba en la zona del tórax.
Rosa Lescano, de 35 años, fue detenido este lunes por la noche en el marco de la investigación del femicidio. La aprehensión se produjo luego de que una serie de imágenes establecieran que su camioneta permaneció ese día detenida en el lugar donde fue dejado el cuerpo de Susana Cáceres.
Qué se sabe hasta ahora de la muerte de Susana Cáceres
Tras días de búsqueda, el cadáver de Susana Cáceres fue hallado el viernes pasadas las 13 en medio de pastizales ubicados a la vera del río Reconquista.
De acuerdo con el informe final de la autopsia, la mujer presentaba signos de abuso sexual y además sufrió múltiples heridas punzocortantes, tenía hematomas en el cuerpo a causa de palazos, un golpe en la cabeza con un objeto contundente y marcas de asfixia en el cuello.
Cáceres, madre de cuatro hijos, salió de su casa de la localidad de Villa Trujui el martes 8 de noviembre y dejó a la menor de sus hijas, una beba de un año y medio, al cuidado de su madre. "Ahí vengo má", le dijo a la mujer antes de ir a vender unos electrodomésticos para pagar una deuda que tenía.