La fiscal Carmen Ibarra fue quien tomó la decisión de impulsar el encarcelamiento del menor, medida que posteriormente fue respaldada por la magistrada del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil de La Plata. Luego de analizar la situación, la justicia determinó que el acusado permanecería internado en un instituto de menores mientras se avanza en la investigación y se esclarece su responsabilidad en el crimen.
Desde el entorno de la víctima, la medida fue bien recibida, aunque con ciertas reservas respecto al futuro del caso y el impacto de la legislación penal juvenil.
Marcos Gómez, el padre de la niña asesinada, expresó su apoyo a la decisión judicial y aseguró que el acusado mintió durante todo el proceso. En diálogo con los medios, explicó lo difícil que fue llegar a esta determinación:
“Fue difícil para la jueza porque no había muchas pruebas y yo le había pedido que se tome el tiempo necesario para que las cosas sean claras”, señaló.
Sin embargo, su intuición le decía otra cosa desde el comienzo:
“Mi corazonada me decía desde el día 1 que el chico mentía e hice mucha fuerza para equivocarme. Es fuerte porque no deja de ser un chico, pero mintió y la jueza, junto con la fiscal, logró probar su culpabilidad”, afirmó con firmeza.
Más allá del caso puntual, Marcos Gómez hizo un fuerte llamado a la reflexión sobre las leyes que rigen en el país respecto a los delitos cometidos por menores de edad.
“Kim tuvo la justicia máxima que hay hoy, pero si no cambiamos las leyes, esto va a seguir pasando”, sentenció, evidenciando su preocupación por la impunidad en casos similares.
La viralización del video no solo reavivó el debate sobre la seguridad y la justicia juvenil, sino que también expuso las duras condiciones dentro de los institutos de menores, donde la violencia parece estar presente desde el primer momento en que un nuevo interno ingresa.