Nina fue quien halló los cuerpos en el garaje de la casona de la calle Melo de Vicente López y la primera detenida del caso. Ella había sido sospechada en un primer momento por actuar como entregadora ante la hipótesis inicial de que se había tratado de un robo.
Qué declaró Nina, la mujer que encontró los cuerpos
“El 25 (de agosto de 2022) a la mañana llegué y estaban todas las luces encendidas. Ninguna mosca volaba. Empecé a hacer la tarta, ir arriba, sacar la ropa, bajé y preparé la tarta porque la señora estaba medio, medio”, comenzó su relato la empleada del matrimonio Del Rio.
Y contó lo que vio en el garaje de la casona de los Del Rio: “Cuando abrí la puerta estaban los dos muertos y yo me asusté muchísimo. No le vi la cara a la señora, estaba mirando para abajo. La puerta del señor estaba abierta... Salí corriendo, no sé en qué momento cerré la puerta, estaba muy, muy asustada”.
“Cuando subí en el último escalón me caí. Vi una vaina y ahí pensé que el asesino andaba por ahí. Salí, lo llamé a Martín (Del Río) y después a Diego (Del Río, el hijo mayor del matrimonio). Martín me dijo: ‘No te entendí'. Se hizo el pelotudo”, recordó.
Y apuntó contra el acusado: “Martín empujaba a los fiscales para que me lleven presa. Les llenó la cabeza”. Nina pasó un tiempo detenida, acusada de los homicidios, hasta que los investigadores se dieron cuenta de que no había sido un robo, que ella no era la entregadora y que otro era el asesino.
“Martín me arruinó la vida. Me mandó a la cárcel. Yo jamás, en mis 66 años, le haría lo que me hizo, jamás; ni a un animal. Lo hizo para quedar bien él porque no quería ir preso, prefería que fuera yo presa y él, vivito y coleando. Jamás lo acusaría de matar a sus padres porque no lo vi”, se sinceró.
La acusación de la fiscalía contra Martín del Rio
La investigación reveló que las cámaras de seguridad captaron al acusado caminando con una distintiva renguera hacia la escena del crimen, lo que fue clave para su identificación.
Al respecto, Nina reconoció: “Al hombre que vi caminando en el video es Martín, no hay dudas, por la rengueada. Cómo no lo voy a conocer, es como si fueran mis hijos. Uno conoce a sus hijos”.
Y dio un detalle clave: “El buzo gris del hombre caminante era del papá. Lo conocía del lavadero, yo lo lavaba. La señora me pedía que lo hiciera a mano, porque si no se llenaba de pelotitas”.
Martín del Río enfrenta acusaciones de doble homicidio calificado por alevosía, vínculo, uso de arma y "criminis causae", según los artículos 45 y 80 incisos 1, 2 y 7 del Código Penal. El juicio, programado del 9 al 13 de diciembre. Si es hallado culpable, Del Río enfrentará una condena perpetua.
El doble crimen de Vicente López y la sospecha de un parricidio por plata
Las circunstancias del crimen son estremecedoras: José Enrique del Río, de 75 años, fue asesinado con tres disparos (cuello, el tórax y el muslo) a una distancia de menos de 50 centímetros. Luego, María Mercedes Alonso, de 72, recibió un disparo en el rostro tras presenciar el ataque a su esposo.
Según la acusación, Martín del Río fue identificado como el "caminante encapuchado" visto en cámaras de seguridad el día del crimen. Las autoridades sostienen que el acusado ingresó por el garaje de la vivienda de sus padres y ejecutó un plan previamente diseñado.
El presunto móvil del crimen sería económico. Las víctimas estaban a punto de mudarse a un departamento en el lujoso edificio Chateau Libertador, pero la operación inmobiliaria, gestionada por el acusado, no se concretó. Además, los padres habrían comenzado a sospechar de irregularidades financieras en los negocios familiares manejados por Del Río.