Las cámaras captaron el ataque brutal en la pizzería
El momento del ataque quedó registrado por las cámaras de seguridad del comercio, mostrando cómo el agresor comenzó a discutir con la víctima desde la vereda antes de entrar al local. En cuestión de segundos, la agresión escaló de manera dramática cuando el hombre comenzó a apuñalarla repetidamente. Los empleados del local, desesperados, intentaron intervenir utilizando todo lo que tenían a mano, incluso una silla y un palo encontrado cerca de un contenedor.
En el programa Arriba Argentinos, se describió la escena con detalles que reflejan la magnitud de la violencia: “Vino con un cuchillo, se metió a lo que estamos viendo. No logró darle puñaladas fatales. Entonces también la intervención de los compañeros fue clave. Realmente estaba dispuesto a matarla. Fue de casualidad que no lo logró”, explicaron los conductores.
Vecinos y empleados intervinieron para detener al agresor
La intervención de los presentes fue fundamental para evitar un desenlace fatal. Trabajadores del local y vecinos cercanos actuaron con rapidez, utilizando lo que tenían a su alcance para neutralizar al atacante. Según los testigos, los objetos improvisados que utilizaron incluyeron un palo de madera y una silla, que lograron frenar momentáneamente al hombre mientras llegaba la policía.
La heroica acción colectiva permitió no solo evitar más heridas graves en la víctima, sino también inmovilizar al agresor antes de que pudiera escapar o continuar con su ataque. Sin embargo, la violencia ya había dejado marcas profundas, tanto físicas como psicológicas, en las personas involucradas.
El estado de la víctima tras el ataque
Según el informe policial, la víctima sufrió ocho heridas en zonas críticas como el cuello, el tórax y el brazo. A pesar de que el atacante intentó asestar muchas más puñaladas, la rápida acción de sus compañeros y vecinos evitó lesiones mortales. La mujer fue trasladada de inmediato a un hospital, donde recibió atención médica urgente.
El agresor, tras ser reducido, comenzó a mostrar un comportamiento errático. Testigos relataron que se apuñaló dos veces en el cuello y gritó frases desconcertantes como: “Mi hija no me quiere, me voy a matar”. Estos actos sugieren un estado emocional alterado que podría haber sido un detonante del ataque.
La presencia de la policía fue clave para controlar la situación. Según se informó, los oficiales se encontraban cerca de la zona y pudieron llegar al lugar del ataque en pocos minutos. Esta intervención oportuna evitó que el atacante continuara haciéndose daño o lastimara a otras personas.
Los agentes lograron neutralizar al hombre y trasladarlo a un centro médico debido a las heridas autoinfligidas. Mientras tanto, la víctima permanece bajo observación médica, aunque fuera de peligro inmediato.
Este ataque despiadado dejó a la comunidad en estado de shock. Los vecinos del barrio de Núñez manifestaron su preocupación y angustia por la creciente violencia de género en el país. Los registros de las cámaras de seguridad, que muestran con crudeza el ataque, reflejan la urgencia de tomar medidas más contundentes para proteger a las víctimas de relaciones abusivas.
El violento episodio pone en foco la importancia de intervenir de manera temprana en situaciones de riesgo, y la necesidad de protocolos efectivos para evitar que hechos como este vuelvan a suceder. Mientras la investigación continúa, las imágenes del ataque siguen impactando a quienes presenciaron o escucharon sobre este dramático episodio.