Las autoridades confirmaron que Sebastian estuvo encerrado en la camioneta desde las 11:30 de la mañana, mientras su padre compartía tragos en un bar de la zona. Se presume que el bebé ya había fallecido al menos dos horas antes de que Gardner llamara finalmente al 911, cuando se percató de la tragedia.
Un acto de abandono que podría haberse evitado
El comportamiento del padre durante y después del trágico episodio ha sido calificado por los investigadores como “despiadado” y “cruel”. El alguacil local no dudó en criticarlo de manera contundente: “¿Cómo puedes estar tan trastornado que dejas que tu hijo esté sentado allá en Florida, con 32 grados, salgas a revisar un auto y nunca te acerques a él?”, se preguntó, visiblemente indignado.
Gardner fue arrestado y permanece detenido sin derecho a fianza. Las autoridades evalúan cargos que podrían incluir homicidio por negligencia y abandono infantil, entre otros delitos graves.
La autopsia preliminar del pequeño Sebastian indicó que la causa de la muerte fue hipertermia, un cuadro que ocurre cuando el cuerpo es incapaz de disipar el calor, lo que lleva a fallos orgánicos múltiples. En el interior del vehículo, la temperatura alcanzó un nivel insoportable para un bebé, cuyo organismo es especialmente vulnerable a estos extremos.
El regreso al bar: un gesto que indigna
Lejos de mostrar signos de arrepentimiento o dolor, Gardner, tras el deceso de su hijo y luego de que las autoridades lo dejaran salir momentáneamente del hospital, decidió regresar al bar donde todo comenzó. Según el informe policial, lo hizo acompañado de su madre, quien, de acuerdo a la investigación, no estaba al tanto de lo sucedido.
“Padre del año, el bebé está muerto, la investigación en curso, ¿y qué hace? Vuelve al Hanky Panky’s para unos tragos más”, señaló el oficial a cargo del caso, destacando la falta de responsabilidad y el nivel de insensibilidad mostrado por el detenido. Gardner y su madre permanecieron en el bar hasta pasada la medianoche, mientras los agentes continuaban con las pericias en el vehículo y recababan testimonios de testigos.
Un drama que se repite en Estados Unidos
El caso de Sebastian no es un hecho aislado en Estados Unidos. Según datos de organizaciones que trabajan en la prevención de muertes infantiles por golpe de calor, en promedio, 37 niños mueren cada año en ese país tras ser olvidados o dejados en vehículos calientes.
Expertos advierten que el aumento de las temperaturas globales y el desconocimiento o negligencia de los adultos son factores que siguen alimentando esta triste estadística. La temperatura en el interior de un coche puede elevarse hasta 20 grados más que la temperatura exterior en apenas 10 minutos, y los niños, por sus características fisiológicas, no pueden regular su temperatura de la misma forma que un adulto, lo que los convierte en víctimas especialmente vulnerables.
La reacción de la comunidad y el pedido de justicia
La noticia se viralizó rápidamente en medios locales y redes sociales, donde la comunidad expresó su dolor e indignación. Frente al bar donde Gardner pasó varias horas bebiendo, vecinos colocaron flores y velas en memoria del pequeño Sebastian, y se organizó una vigilia para exigir que se haga justicia.
“No hay excusa. No hay olvido. Esto fue abandono puro y simple”, manifestó una vecina del lugar, madre de dos niños pequeños, al ser consultada por la prensa. Organizaciones que luchan por los derechos de la infancia ya comenzaron a impulsar una campaña para endurecer las penas en casos de abandono infantil con resultado de muerte.
La defensa del acusado y lo que viene
Por el momento, Scott Allen Gardner permanece detenido a la espera de su primera audiencia judicial, mientras su defensa intenta argumentar que se trató de un accidente y que no hubo intención de causar daño. Sin embargo, los antecedentes y las pruebas reunidas hasta ahora complican seriamente su situación procesal.
El fiscal del caso anticipó que se solicitará la pena máxima prevista por la ley, dado el grado de negligencia y la falta de remordimiento demostrada por el acusado tras la tragedia.
La necesidad de generar conciencia
Este tipo de tragedias plantea una vez más la urgencia de generar conciencia sobre los riesgos de dejar a menores dentro de vehículos cerrados, aunque sea por períodos aparentemente breves. Las autoridades de Florida y de todo el país insisten en que ni siquiera dejar una ventanilla entreabierta o un ventilador encendido puede evitar el desenlace fatal cuando se trata de temperaturas extremas.
El alguacil fue claro en su mensaje final: “Un auto no es un lugar seguro para un niño, ni por un minuto. Cada vez que un niño muere en estas circunstancias es una muerte completamente evitable”.