Sueldo fue detenido e ingresado a aquella seccional el 22 de julio por una causa de robo calificado. El 25 de julio fue trasladado al Hospital Regional, donde fue intervenido quirúrgicamente cinco días después, luego de que le diagnosticaran una peritonitis.
El 5 de agosto, Sueldo recibió el alta médica. Su abogado, de inmediato, requirió que se le concediera el arresto domiciliario, al considerar que el posoperatorio debía transcurrirlo en su domicilio.
El médico que le otorgó el alta informó que el paciente demandaba atención cada dos horas y control de las mechas con drenaje, ya que la operación había sido delicada.
La petición del abogado, sin embargo, fue desestimada. Por lo tanto, ese mismo 5 de agosto el detenido fue llevado de nuevo a la Comisaría Sexta.
Tres médicos acusados por la muerte de un preso: posoperatorio en prisión
Los policías lo alojaron solo en el sector del calabozo interno, con acceso al baño. El 7 de agosto, a las 23.50, un celdero descubrió que Sueldo no tenía pulso.
De manera urgente fueron alertados médicos, policías y fiscales, quienes comprobaron el deceso y ordenaron una autopsia.
La muerte de Sueldo cambió de fiscal y pasó a manos de Érika Leguizamón, coordinadora de la Unidad Fiscal de Abuso Sexual y Violencia institucional. La funcionaria imputó a tres médicos bajo los cargos de "homicidio culposo".
La fiscalía ordenó el secuestro de la historia clínica del Sueldo, en tanto que los abogados de los médicos presentaron pedidos de eximición de prisión. Los beneficios habrían sido concedidos solo para dos, según revolvió la jueza de Control y Garantías, María Pía Danielsen.
El médico que aún enfrenta una orden de detención sería el profesional que se encontraba de turno el día en que Sueldo recibió el alta médica.