Triple crimen de Florencio Varela: quiénes son los nuevos acusados
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Ariel Giménez, 29 años: según el expediente, habría sido contratado para cavar la fosa en la que fueron enterrados los cuerpos de Brenda, Morena y Lara en una vivienda de Villa Vatteone, en Florencio Varela. Fue arrestado el viernes, cuando regresaba a su casa, sin advertir que la Policía había montado un operativo para capturarlo.
Víctor Lázaro Sotacuro, 41 años: con doble nacionalidad, argentina y peruana, fue detenido en un hostal de Villazón, Bolivia, gracias a un trabajo conjunto entre la Policía local y el Ministerio Público de Jujuy.
Está acusado de haber manejado el Volkswagen Fox que escoltó la camioneta blanca usada para trasladar a las jóvenes desde La Matanza hasta la casa donde las asesinaron.
Alegó que trabajaba como remisero y que fue contratado para un viaje tras una fiesta, pero los investigadores sospechan que pudo haber presenciado las torturas o incluso participado de los crímenes.
Ambos serán imputados por encubrimiento agravado, aunque los fiscales creen que sus acciones van más allá de ese rol secundario.
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La impunidad y las pistas que los delataron
Uno de los datos que sorprendió a los investigadores fue que el Fox utilizado en la logística estaba a nombre del propio Sotacuro. La camioneta principal, en tanto, circulaba con patentes adulteradas para evitar ser identificada en los controles.
El objetivo final: capturar a “Pequeño J”
La mayor incógnita sigue siendo el paradero de Tony Janzen Valverde Victoriano, alias “Pequeño J”, un joven peruano de 20 años considerado el autor intelectual y material del triple crimen.
El 27 de septiembre, Interpol emitió una alerta roja internacional para dar con él. La notificación compromete a las fuerzas de seguridad de 196 países a colaborar en su captura con fines de extradición.
“Pequeño J” es señalado como el jefe de un grupo con ramificaciones en la villa 1-11-14, en Zavaleta y en el complejo 21-24, enclaves históricamente disputados por bandas narco.
Los investigadores creen que el joven intentaba “plantar bandera” en territorio argentino, aprovechando el vacío que dejaron las caídas de capos como “Dumbo” y Marco Estrada González.
El horror del triple crimen de Florencio Varela: el final de Morena, Lara y Brenda
De acuerdo con la reconstrucción judicial, las tres víctimas fueron engañadas con la promesa de participar en un evento y subieron voluntariamente a una camioneta en la rotonda de La Tablada, en La Matanza, el viernes 19 de septiembre.
Fueron trasladadas a una casa en la calle Chañar al 700, en Florencio Varela, donde fueron sometidas a golpes, cortes y mutilaciones antes de ser enterradas.
Las marcas en los cuerpos coinciden con prácticas atribuidas a la banda peruana “Los Pulpos de Trujillo”, célebre por su brutalidad.
Seis detenidos y un prófugo
Con la captura de Giménez y Sotacuro, ya son seis los acusados en el expediente:
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Miguel Ángel Villanueva Silva (27, peruano)
Iara Daniela Ibarra (19, argentina)
Andrés Maximiliano Parra (18, argentino)
Magalí Celeste González Guerrero (28, argentina)
Ariel Giménez (29, argentino)
Víctor Lázaro Sotacuro (41, argentino-peruano)
Los primeros cuatro fueron arrestados días atrás: dos de ellos realizaban tareas de limpieza en la casa, presuntamente para borrar rastros de sangre y otras evidencias.
En el teléfono de uno de ellos apareció un video macabro, supuestamente grabado para “aleccionar” a miembros de la banda.
Un crimen con sello mafioso y narco
El fiscal Arribas sostiene que el asesinato de Brenda, Morena y Lara fue “un mensaje mafioso” dirigido a otros integrantes del circuito narco.
La hipótesis es que las jóvenes cayeron en una trampa, convocadas con una promesa económica de 300 dólares para asistir a un supuesto trabajo.
La brutalidad del caso y el hecho de que los cuerpos fueran enterrados en el patio de una vivienda generaron repudio social y conmoción nacional.
Operativo internacional y cooperación judicial
El arresto de Sotacuro en Villazón muestra la coordinación entre fuerzas de seguridad de Argentina, Bolivia e Interpol. El detenido llegó a Buenos Aires el domingo a la noche y quedó alojado en el penal de Ezeiza, a disposición de la Justicia.
Las autoridades buscan ahora estrechar el cerco sobre “Pequeño J”, cuya captura es considerada prioritaria para esclarecer el caso.
El fiscal espera que alguno de los nuevos detenidos rompa el pacto de silencio y aporte datos concretos que conduzcan al paradero del prófugo. También se aguarda el resultado de nuevas pericias de ADN y el análisis de teléfonos celulares y cámaras de seguridad.