El hecho fue reportado el viernes a la noche, cuando los familiares de los jóvenes denunciaron que las víctimas habían salido a las 22.30 y jamás regresaron. Uno de los parientes dio detalles del lugar donde podrían estar, y la policía salió a buscarlos.
Los cadáveres de las víctimas estaban tirados en una de las habitaciones
Al llegar a la vivienda, los oficiales tocaron la puerta y de adentro salieron dos personas de 25 y 28 años, quienes mantuvieron una “actitud evasiva” y contradicciones en sus respuestas. A la policía eso le pareció sospechoso y decidieron entrar.
Los cadáveres de las víctimas estaban tirados en una de las habitaciones de esa propiedad. A simple vista tenían golpes en todo el cuerpo y heridas cortantes en la cabeza. La sangre estaba por toda la casa, incluso había trapos manchados con los cuales los acusados habrían intentado eliminar huellas.
En la escena, se incautó el machete con el que habrían cometido el triple crimen. Sobre el posible móvil del crimen, la fiscal a cargo, Luisina Paponi, no descarta ninguna hipótesis, pero la versión que cobró más fuerza es que los tres chicos habrían ido a comprar dólares a ese lugar y que, tras una discusión, terminaron asesinados.
Las autoridades judiciales ordenaron la realización de autopsias en el Instituto Médico Legal de Rosario para determinar la causa de la muerte de los jóvenes. Mientras tanto, los detenidos serán llevados a una audiencia imputativa en los próximos días.