Asimismo, se abrió otro proceso a raíz de las irregularidades que detectaron durante los peritajes en el departamento de Nisman, en los que aparecen imputados el ex Secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni; el jefe de la Prefectura Naval Argentina, Luis Alberto Heiler; de la Policía Federal Argentina, Román Di Santo; y el ex Secretario de Cooperación con los Poderes Judiciales, Ministerios Públicos y Legislaturas del Ministerio de Seguridad, Dario Ruiz.
En relación a su muerte, los investigadores están convencidos de que pesaba sobre Nisman una fatwa o sentencia de muerte por la ley religiosa islámica, como consecuencia de su tarea al frente de la Unidad Fiscal donde investigaba el atentado a la sede de la AMIA.
A través del análisis de su cuenta de correo electrónico pudieron determinar que había recibido múltiples amenazas hacia su persona y su entorno familiar. Los autores de los mensajes lo llamaban peyorativamente como “pajarito” o “rusito descerebrado”.
Finalmente, el 13 de febrero de 2013, casi dos años antes de su fallecimiento, la justicia dispuso reforzar su custodia personal y la de su grupo familiar.
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Alberto Nisman (1963-2015). (Foto: archivo)
La historia de Nisman
En 2004, el fiscal Alberto Nisman había sido nombrado por el ex presidente Néstor Kirchner a cargo de una Unidad Fiscal que fue creada para esclarecer el atentado a la sede la AMIA (UFI-AMIA).
Como resultado de su tarea solicitó la captura internacional de los ciudadanos iraníes imputados del atentado a la sede de la AMIA, por lo que INTERPOL debía librar circulares rojas.
Por otro lado, logró la suspensión por la vía judicial del Memorándum con Irán, al que se opuso porque afectaba principios constitucionales como la división de poderes y las garantías del debido proceso legal.
Las últimas horas de Nisman
Su nombre completo era Natalio Alberto Nisman. El 18 de enero de 2015, a las 22.32 horas, fue encontrado sin vida en el interior de su departamento en el Complejo Le Parc de Puerto Madero.
Cuatro días antes había denunciado a la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner, a varios integrantes de su gabinete y a dirigentes aliados, por el presunto encubrimiento de los autores que perpetraron el ataque terrorista contra la sede de la AMIA.
Su cuestionamiento principal era que el Memorándum de Entendimiento con Irán creaba una “Comisión de la Verdad”, que permitiría deslegitimar la investigación de la justicia argentina sobre el atentado a la mutual judía.
En una entrevista realizada por el diario Clarín, Nisman afirmó: “Yo puedo salir muerto de esto”, en tanto que en un programa de televisión dijo “aunque no esté, las pruebas están”.
Acababa de interrumpir un viaje con su hija de 15 años por Europa por lo que le aclaró a varios de sus contactos en un mensaje de difusión “no enloquecí ni nada parecido. Pese a todo, estoy mejor que nunca. Ja ja ja ja ja ja. :)”.
Fiscal Alberto Nisman Caso Nisman
El fiscal Nisman dedicó el sábado 17 de enero de 2015 a la presentación que planeaba realizar el lunes siguiente en el Congreso para exponer los detalles de su denuncia. Permaneció en su departamento, desde donde mantuvo comunicaciones con sus custodios, con su madre y su equipo de trabajo.
Durante el transcurso del día, por disposición del fiscal, sus custodios abandonaron Puerto Madero y realizaron una serie de diligencias en la Ciudad de Buenos Aires y en la localidad bonaerense de Olivos.
Fue así que lo dejaron sin protección desde el mediodía hasta pasadas las 20 horas. Mientras tanto, Nisman trabajaba en su departamento, con las persianas bajas.
Además de sus custodios, en el departamento estuvo en dos ocasiones el ingeniero informático Diego Lagomarsino, quien normalmente le brindaba asistencia en temas tecnológicos, y había tenido acceso a la denuncia antes de que fuese presentada.
En la primera visita mantuvieron una conversación relacionada con armas de fuego; y en la segunda le llevó la pistola de la que provino el disparo, y que apareció junto al cadáver de Nisman.
En concreto, según consta en el expediente las últimas personas en ver con vida al fiscal fueron el custodio Durán y Lagomarsino.
Los problemas de la investigación
Para el Ministerio Público Fiscal (MPF), cuando hallaron el cuerpo de Nisman el procedimiento inicial “estuvo plagado de irregularidades que generaron en la opinión pública una sensación de impunidad”.
La causa se inició en el fuero ordinario, con la intervención de la jueza Fabiana Palmaghini, y la fiscal Viviana Fein, hasta que finalmente pasó a la justicia federal porque la Corte Suprema entendió que la muerte violenta de Alberto Nisman podría estar relacionada con el ejercicio de su función como fiscal federal.
Cuando el expediente pasó a manos del juez Julian Ercolini, en los Tribunales de Comodoro Py, el fiscal Eduardo Taiano denunció graves inconsistencias en las actuaciones que se llevaron a cabo entre los días 18 y 19 de enero de 2015 en el departamento de Nisman.
En el informe que preparó a propósito de cumplirse el decimo aniversario del presunto asesinato, detalló que a las 23.00 horas del domingo, el personal de Prefectura Naval Argentina (PNA) dispuso la delimitación del lugar del hecho.
En cuanto a la escena del crimen la objeción fue que se circunscribe principalmente al baño en el que fue hallado sin vida Nisman, sin que hayan sido objeto de análisis otras áreas externas como el palier principal y el de servicio, los sectores comunes como los ascensores, las escaleras de emergencia, el playón de estacionamiento y el complejo edilicio en su conjunto.
Destacó que durante la primera hora y media, antes de que se presentaran las autoridades judiciales, el departamento de Nisman estuvo repleto de entradas y salidas de distintos funcionarios de la Prefectura y la Policía Federal, sin ningún tipo de justificación, lo que atentó directamente contra la preservación de la escena.
Esa noche circularon unas 80 personas que no pudieron acreditar sus motivos. Pasaron por el dormitorio, algunos incluso se sentaron en la cama, y se llevó adelante el reconocimiento de elementos probatorios, sin ningún tipo de protección, lo que puso en riesgo la correcta recolección de huellas.
Del informe confeccionado por la División Rastros de la PFA surge la obtención de huellas dactilares de un total de 35 personas en la escena del hecho, mientras que los únicos diseños papilares que lograron identificar corresponden a una de las personas que estuvo dirigiendo el procedimiento.
Como parte de las irregularidades determinaron que desfilaron en el departamento de Nisman sin ninguna asignación específica funcionarios de los más altos rangos de las fuerzas de seguridad y del Poder Ejecutivo Nacional, entre ellos el ex secretario de Seguridad de la Nación Sergio Berni, el jefe de la Policía Román Di Santo, el Prefecto General Luis Alberto.
Otra preocupación es que tratándose de la muerte violenta de un fiscal federal que se encontraba a cargo de la investigación del más grave atentado de la historia argentina y que acababa de denunciar a las máximas autoridades del Poder Ejecutivo Nacional, no hayan tenido en cuenta la competencia federal en lugar de convocar al fuero ordinario.
Tampoco advirtieron una puerta de metal en la cocina que daba acceso a un espacio con piso enrejado donde se encontraban los equipos de refrigeración y que tenía comunicación con el departamento lindante, por lo que no detectaron y levantaron rastros de una huella de calzado sobre la caja del aire acondicionado, hasta que se dieron cuenta el lunes siguiente.
A su vez, al fiscal Taiano le llamó la atención que en el departamento vecino residía una persona de nacionalidad extranjera que trabajaba en una empresa dedicada a servicios de control de acceso, con vínculos con el entonces Secretario General de Presidencia, Aníbal Fernández, y que tenía asignada la prestación de servicios en Casa Rosada y la Residencia Presidencial.
En las filmaciones del procedimiento se observó que un perito -aparentemente al momento de examinar la numeración del arma- desliza su dedo por la corredera, acción que podría borrar o alterar huellas. Al llevar el arma a la habitación principal, la apoyaron en una de las mesas de luz sin tomar ninguna precaución para su correcto resguardo.
Por su parte, el Departamento Científico Pericial de la Policía Federal Argentina (PFA) omitió determinar la temperatura del cuerpo de Nisman y del lugar donde fue hallado, ya que no contaron con un termómetro u otro objeto de medición similar.
La ausencia de esta información impidió contar con un elemento central para saber con exactitud la hora de la muerte de Nisman y así facilitar una correcta reconstrucción del crimen.
El ritmo de la causa
El MPF encontró un hilo conductor entre la muerte de Alberto Nisman y la denuncia por encubrimiento contra Cristina Kirchner y los responsables del Memorándum con Irán. No obstante, no lograron determinar quiénes fueron los autores materiales e intelectuales que permitieron la ejecución del supuesto crimen y posterior encubrimiento.
Explicaron que surgieron una serie de interferencias que empantanaron la pesquisa. Desde las irregularidades del procedimiento inicial hasta una serie de movimientos extraños ordenados desde el Poder Ejecutivo a los servicios de la AFI, que en ese momento dirigía Oscar Parrilli, y que fueron clave para bloquear pruebas.
Otras sospechas condujeron a profundizar en medidas de prueba vinculadas al accionar de personal de inteligencia del Ejército Argentino en los días previos, durante y luego del homicidio de Nisman.
Por otro lado, mencionaron las idas y vueltas en los pronunciamientos de Cristina Kirchner, quien primero publicó en “Facebook” una carta titulada: “AMIA. Otra vez: tragedia, confusión, mentira e interrogantes.” en la cual estableció la hipótesis del suicidio de Nisman.
Tres días más tarde, publicó una segunda carta titulada “AMIA y la denuncia del fiscal Nisman” donde señalaba que a Alberto Nisman lo habían asesinado opositores del gobierno nacional que lo habían obligado a denunciarla, y terminaron asesinándolo. La ex presidenta escribió: “quisieron usar vivo a Nisman y ahora lo usarán muerto”. Ninguna de estas hipótesis fue aportada de manera oficial a las actuaciones.
Para concluir, a través de la Cadena Nacional del día 26 de enero de 2015, anunció la disolución de la Secretaría de Inteligencia para crear la Agencia Federal de Inteligencia. En este sentido, la fiscalía resaltó “ que como resultado de un allanamiento realizado en el marco de otra investigación en su domicilio en la localidad de El Calafate, provincia de Santa Cruz, se secuestró documentación relativa a distintas dependencias del Estado Nacional, vinculada, entre otras personas, al Director General de la Secretaría de Inteligencia que colaboraba en la investigación llevada adelante por Nisman, su ex pareja y la entonces pareja de ésta última”.
Para desmentir que la causa está paralizada, afirmaron que “se siguen recibiendo testimonios de los agentes que mantuvieron comunicaciones relevantes el fin de semana de la muerte de Nisman y cruzando los datos que surgen con la información y líneas telefónicas ya agregadas a la causa”.
Ahora se sumaron los archivos desclasificados con información de la SIDE y del Ejército que el viernes pasado el gobierno de Javier Milei le remitió al fiscal Eduardo Taiano. Podrían contener información sobre los registros de Casa Rosada durante la época que fue objeto de los actos denunciados por Nisman, abarcativa tanto de la Secretaría de Inteligencia como de las áreas especializadas del Ejército Argentino.
La causa principal que investiga el presunto magnicidio de Alberto Nisman cuenta con 126 cuerpos en un total de más de 20.000 fojas. A la par, continúan en trámite ocho causas conexas al expediente principal.
En lo que se refiere a los elementos probatorios recopilados, se han recibido más de 900 declaraciones testimoniales y se han incorporado más de 500 abonados telefónicos al entrecruzamiento efectuado, los que arrojan un total de más de doscientas mil comunicaciones analizadas.
En el marco del peritaje tecnológico efectuado por la Gendarmería Nacional Argentina se han analizado más de 180 equipos informáticos.
¿Por qué sostienen que a Nisman lo mataron?
Cuando la investigación aún tramitaba en el fuero ordinario, la autopsia concluyó que “la muerte de Natalio Alberto Nisman fue producida por lesiones cráneo encefálicas por proyectil de arma de fuego – hemorragia interna”.
Una junta médica coordinada por el Decano del Cuerpo Médico Forense definió que no se podía descartar con certeza científica ninguna hipótesis.
Ya en el fuero federal, una autopsia psicológica arrojó la imposibilidad de inferir elementos de valor psicopatológico que permitieran deducir que cursaba -al momento de su muerte- un síndrome o trastorno psíquico asociado a conducta autodestructiva.
Los estudios de residuo de disparo de arma de fuego realizados en dos oportunidades dieron resultado negativo.
Con este material, Taiano ordenó a la Dirección de Criminalística y Estudios Forenses de la Gendarmería Nacional Argentina la constitución de una Junta Interdisciplinaria, comprendida por las áreas de medicina legal, criminalística y análisis instrumental, cuyo objetivo fue reconstruir la escena del crimen.
Fue este informe el que concluyó que la muerte violenta de Nisman se trató de un homicidio, ocurrido en el interior del baño y en el que participaron dos victimarios, uno manipuló el arma, mientras el otro lo asistió y manipuló el cuerpo de la víctima.
Con respecto al horario de la muerte determinaron que el homicidio se habría producido a las 2.46 horas del domingo 18 de enero de 2015, con una certeza del 98 %.
La junta analizó las principales manchas de sangre encontradas en la escena del hecho y argumentó que la posición más probable en la que Nisman se encontraba al momento del disparo era de rodillas, dando lugar a una “caída asistida” que implicaba la participación de terceras personas.
Del informe final también se desprende la presencia de ketamina en las vísceras, afirmando que Nisman se encontraba al momento de su muerte con anestesia disociativa, siendo su voluntad abolida pero con conservación de su tono muscular.
El peritaje informático no pudo establecer si fue Nisman quien realizó las acciones que constan en el registro de eventos del sistema operativo “Windows” y en los registros de conexión web, si lo hizo una tercera persona en forma física o Lagomarsino a través de su usuario remoto. Además estaban borrados todos los mensajes de sutelefono celular, incluso los de Lagomarsino.
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Una de las marchas para pedir justicia por el fiscal Nisman. (Foto: archivo)
En cuanto a que el supuesto crimen estuvo vinculado a la labor de Nisman, la fiscalía tomó en cuenta que el mismo sábado 17 de enero de 2015, alrededor de las 16.00 horas, ocurrió un incendio en Casa Rosada.
Según informó Casa Militar, por este siniestro se perdieron todos los datos de ingresos y egresos existentes hasta el 17 de enero de aquel año, es decir toda la información que el fiscal había solicitado para corroborar su denuncia contra el Poder Ejecutivo.
El informe de la fiscalía detalla que “Mucho se habló de las pruebas que presentaría Nisman el lunes en el Congreso, y posteriormente en la causa judicial. Una prueba clave para corroborar los hechos denunciados por el fiscal era precisamente quiénes habían ingresado a la Casa Rosada. Esa prueba, trascendental, fue destruida con el incendio ocurrido precisamente horas previas al homicidio de Nisman”.
Paralelamente, una persona allegada al entonces Secretario General de Presidencia, Aníbal Fernández era el representante en la Argentina de la firma que prestaba el servicio informático que se perdió en el incendio, la misma persona que residía en el departamento vecino al de Nisman, con quien compartía espacio del aire acondicionado, que para los investigadores era un posible acceso al departamento del fiscal y que no fue identificado en el procedimiento inicial.
El arma homicida
El supuesto plan criminal necesitó introducir un “arma amiga” en el domicilio de Alberto Nisman que pudiese simular un suicidio. Para los expertos esa fue la participación de Diego Ángel Lagomarsino, que prestaba servicios en la UFI-AMIA.
En este punto, la conjetura del MPF es que Lagomarsino podría ser un agente inorgánico del Sistema de inteligencia.
Cuando lo indagaron dijo que el fiscal Nisman lo llamó para que fuera a su casa, según relató, le llevara un arma. Pero esa versión “fue desvirtuada, ya que las comunicaciones fueron iniciadas por el propio Lagomarsino, resultando este accionar parte del plan para la simulación del suicidio”.
Por otro lado, la fiscalía precisó que si Nisman hubiera planeado matarse, podría haber usado su propia arma, pues registraba a su nombre una de similares características, que posteriormente a su fallecimiento fue encontrada en la baulera del domicilio de su madre.