Luego, Adorni recordó que la recuperación no se logra de un día para el otro, como reclama la oposición. Y para fundamentarlo, el funcionario recordó el proceso que tuvo que atravesar el menemismo para controlar la suba de precios: “El número de pobreza que disparó la última hiperinflación (la de 1989), el gobierno de Carlos Menem recién lo pudo recomponer seis años después. Además tardó un año y medio en poder mostrar un mes con un solo dígito de inflación. Un edificio se destruye en un segundo y reconstruirlo tarda mucho más tiempo, y eso es lo que ha ocurrido en la Argentina”.
En el mismo sentido, el portavoz destacó que a diferencia de administraciones que decían que “Argentina tiene menos pobres que Alemania”, el espacio libertario no oculta ni maquilla los datos: “El Gobierno no niega la realidad, sino que la enfrenta y trabaja todos los días para cambiarla. Siempre hemos contado lo que pasa con la más absoluta identidad y con la verdad”.
“Para evitar la hiperinflación -recordó Adorni- se llevó adelante un plan para pulverizar la suba de precios y se logró bajar del 25% (que se registró en diciembre) al 4%, si queremos hacer números redondos. Es exactamente lo contrario de lo que se hizo en las últimas décadas, y se llevó a cabo sin chamanismo económico, sin controles de precios ni ley de góndolas. Hoy los supermercados no remarcan los precios todas las semanas y los intermediarios no se quedan con la plata de los pobres”.
Respecto de esa última frase, el vocero presidencial amplió: “Este plan de estabilización incluyó un apoyo directo a los sectores más vulnerables porque la AUH se aumentó un 308% y la Tarjeta Alimentar un 138%, por lo que ahora cubre el 86% de la canasta básica, mientras que cuando asumimos cubría el 49%. Se eliminaron los intermediarios para que ningún amigo de la política se quede con la comida de los pobres. Y logramos que dejen de extorsionarlos con asistir a una marcha, incluso con niños”.
Para Adorni, antes de hacer un diagnóstico “hay que ver la película completa porque es necesario entender y recordar que la Argentina estaba destruida” cuando asumió Milei.
“Estamos en un proceso de reconstrucción y hay varias cuestiones desalineadas con la realidad, desde el tipo de cambio hasta precios regulados, el transporte, ni hablar cuando ese transporte lo comparo entre el AMBA y el Interior”, agregó.
“Nadie dijo que era un proceso sencillo ni que la actividad o el salario no iban a sufrir. Nos dejaron implantadas un montón de bombas que teníamos que ir desactivando. C cualquier índice de pobreza es horroroso; cuando haya un pobre en la Argentina es porque alguien hizo las cosas mal”, concluyó.