A partir de este momento, el plenario de comisiones que está discutiendo la legalización del aborto en el Senado está en condiciones de emitir un dictamen.
A partir de este momento, el plenario de comisiones que está discutiendo la legalización del aborto en el Senado está en condiciones de emitir un dictamen.
¿Pero qué es técnicamente un dictamen? Es el visto bueno de las comisiones para que un proyecto se trate en el recinto. No tiene ninguna validez en la práctica. Un proyecto puede tener dictamen de comisión y luego ser rechazado en el recinto. O viceversa.
La legalización del aborto se está discutiendo en un plenario de 3 comisiones: de Salud, de Justicia y Asuntos Penales y de Asuntos Constitucionales. Para garantizar dictamen de mayoría se necesita que firmen la mitad más uno de los miembros de esas comisiones, es decir 27 firmas (las de algunos senadores valen dos porque integran más de una comisión). Si no, el que más firmas tiene se considera mayoría. Si hay empate, desempata el presidente de la comisión cabecera (Salud), que es Mario Fiad.
Cada senador tiene distintas opciones:
Existe una quinta opción que es firmar “en disidencia” el proyecto de Diputados. Eso permitiría dejar una postura a favor de la propuesta en general pero plantear algunas objeciones a su redacción. En cuanto a posicionamiento político, sería igual que la opción 3, pero permitiría que la legalización consiga su dictamen de mayoría.
¿Para qué sirve tener el dictamen de mayoría?
Luego, cuando los dictámenes llegan al recinto, se votan en el orden de los apoyos que consiguieron. Supongamos que el rechazo consigue la mayoría de las firmas. Primero se votaría el dictamen de rechazo. Es decir, los que votan “sí” serían los que votan en contra de la legalización (¡sé que es un quilombo esto! Cualquier cosa pregúntame por twitter y te lo aclaro).
En ese caso, Diputados ya no podría voltear la ley. Sólo podrá decidir entre:
¿Qué se negocia?
Esta parte de la nota puede quedar vieja al momento en que la leas, pero bueno…
Si bien en la práctica siempre habrá que votar en el recinto, la simbología de votar el proyecto o votar el rechazo podría terminar inclinando la balanza para un lado o para el otro.
La clave en la negociación. Convencer a los que dicen que apoyarían el proyecto con cambios de que las modificaciones serán ratificadas por Diputados.