Emocionante

Alberto-Cristina: el tironeo de una “guerra fría” en el Frente de Todos

Nicolás Poggi
por Nicolás Poggi |
Alberto-Cristina: el tironeo de una “guerra fría” en el Frente de Todos

Si una certeza le dejó al Frente de Todos la semana que pasó es que, además de la enorme magnitud de problemas económicos que Alberto Fernández encontrará en el país en caso de ganar las elecciones, también tendrá que atender (en proporciones similares) el frente interno.

Las desavenencias respecto del movimiento moderación-reunión con el FMI-“catástrofe social” ponen de relieve la diferencia de miradas que hay en el frente peronista respecto de cómo recorrer esta transición. ¿Interna creciente? ¿Repliegue táctico? ¿Provocación y victimización del Gobierno, que busca arrastrar al candidato más votado a su propio declive electoral?

Posiblemente sea un poco de todo. Pero si algo dicen tener claro en el kirchnerismo es que son “víctimas” de la estrategia de la Casa Rosada post-PASO: “Necesitan fomentar el odio hacia nosotros para fortalecer el voto propio”, se defienden, y detectan en esa supuesta operatoria oficial una “contradicción”. ¿Por qué? Porque la escalada verbal del macrismo contra el candidato, según analizan en el Instituto Patria ante A24.com, “perjudica la economía y la posibilidad de recuperar algo de estabilidad”.

En esa misma línea, cerca de Cristina acusan al Gobierno de haber pretendido instalar que les molestó la movilización a favor Mauricio Macri que hubo el último sábado. “Nosotros estamos de acuerdo con las manifestaciones populares porque hacen a la vida democrática”, apuntan, además de aclarar que, en términos electorales, esa militancia en las calles no tiene un impacto significativo en el nivel de votos, “como ocurre con todas las marchas del país”.

Para La Cámpora, que por estas semanas (y hasta el día de la elección) mantendrá un perfil bajo de manual, Cambiemos “sabe que es imposible ganar y por eso quiere mantener lo que sacó, sin perder más votos”. En esa jugada de recolección incluyen a Elisa Carrió y sus advertencias a la sociedad en clave de epopeya: “Sale a fomentar el odio porque sabe que, con esto, mete 14 diputados”. Un mix de república con presupuesto estatal.

El palacio y la calle

Pero, ¿cómo pega en este escenario el agite de Juan Grabois, que salió a contestar la marcha macrista con una movilización propia en la 9 de Julio? Si bien en el Frente de Todos no estuvieron de acuerdo (o, al menos, hubo diferencias en este punto) y, además, le reprochan que “se mueva solo”, también le reconocen que el sector que conduce es “difícil de contener”. Un círculo vicioso de incertidumbre económica con concentración en las calles.

En la semana que comienza, Alberto Fernández volará a Madrid para dar clases y Cristina volverá a su campaña “encapsulada” en la presentación del libro (empezando este sábado en La Plata). Esos viajes quizás traigan un poco de distensión.

Una interna silvestre

Por fuera de esas efervescencias urbanas, hay otro punto que podría dividir a Alberto y Cristina: La Rioja. Como hizo en otras latitudes, el candidato presidencial intentó sellar la unidad entre las distintas expresiones peronistas y bendijo, así, la fórmula provincial Ricardo Quintela-Florencia López, que son los representantes del actual gobernador Sergio Casas (que irá de diputado). Pero el ex mandatario Luis Beder Herrera, que sigue teniendo predicamento en el interior, se resiste a bajarse y se presentará con “boleta corta”, en una muestra de un peronismo dividido (a contramano de la oferta nacional) que amenaza con fragmentar el voto en la elección local.

¿Podría ser que Cristina apoye a Beder y Alberto a Casas? Desde todos los campamentos niegan que haya un desencuentro entre ambos. Pero los gestos (o la ausencia de ellos) hablan. El candidato presidencial le dio su foto al tándem Quintela-Casas porque cree en un esquema ordenado con “jefes provinciales”. Pero Cristina no quiere a Quintela porque, en 2008, su hermana, la entonces senadora Teresita Quintela, votó en contra de la 125. A eso se suma que Casas fue, hasta hace poco, una de las caras visibles de la extinta Alternativa Federal.

Desde La Cámpora rechazan la especie y retrucan ante A24.com que “lo importante es la foto de Alberto con Casas”. Si bien cerca de Beder reconocen que difícilmente Cristina se oponga a la decisión de Alberto (y más en estos momentos, en que se demuestra que la estrategia electoral fue efectiva), nadie quiere sacar las fichas de ninguna apuesta. El clima sigue enrarecido.