Congreso

Consejo de la Magistratura: ¿hizo trampa Cristina al dividir el bloque del Frente de Todos?

¿Qué dice la ley del Consejo de la Magistratura que repuso la Corte Suprema y que antecedentes existen para hacer lo que hicieron?
Pablo Winokur
por Pablo Winokur |
Cristina Kirchner y Sergio Massa

Cristina Kirchner y Sergio Massa, presidentes de la Cámara de Senadores y la Cámara de diputados respectivamente, firmaron el acuerdo del aumento del 40% para los trabajadores del Congreso de la Nación (Foto: Prensa Congreso de la Nación).  

La ley de 1997 -que ahora repuso la corte- dice que corresponden dos consejeros "al bloque con mayor representación legislativa, uno por la primera minoría y uno por la segunda minoría". En el Senado, la UCR sería la primera minoría (es decir, el segundo bloque en importancia) y el PRO la segunda minoría; aunque los dos bloques se integran luego en el interbloque de Juntos por el Cambio. Tecnicismos.

Esa ley de 1997 fue pensada para otro país. Había dos grandes partidos políticos (el PJ y la UCR), y siempre aparecía una tercera fuerza muy minoritaria que podía ocupar ese lugar de “segunda minoría”: la Ucede, el Frepaso, Acción por la República (de Domingo Cavallo), el ARI (de Carrió) o el conjunto de partidos provinciales que sumando sus votos hacían fuerza y ocupaban algún espacio de poder.

Hoy en la Argentina hay grandes coaliciones pero no grandes partidos. Por un lado, el Frente de Todos integrado por el peronismo tradicional, Unidad Ciudadana de Cristina Kirchner, el Frente Renovador de Sergio Massa, entre otros; y Juntos por el Cambio integrado por la UCR, el PRO, la Coalición Cívica...

Por una cuestión político administrativa, en el Congreso el Frente de Todos decidió unificarse en un solo bloque político (tanto en Diputados como en Senado). Pero Juntos por el Cambio armó distintos bloques por cada partido político y después se junta en un interbloque, a pesar de que políticamente son el mismo espacio.

Trampas y contratrampas

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El jefe de bloque del FdT Germán Martínez y el presidente Alberto Fernández (Fot: Telam-archivo)

El jefe de bloque del FdT Germán Martínez y el presidente Alberto Fernández (Fot: Telam-archivo)

El martes por la noche, el jefe de bloque de diputados del Frente de Todos, Germán Martínez presentó un pedido a Sergio Massa para que se abstenga de nombrar a los consejeros que le corresponden a la Cámara de Diputados, hasta tanto “quede absolutamente claro el criterio de definición” de lo que se considera “bloque con mayor representación legislativa”, la “primera minoría” y la “segunda minoría”. Así se plantea textualmente en la ley de 1997.

Según Martínez, se deben tener en cuenta “los antecedentes inmediatos”.

Muy políticamente correcto, el hombre tira la pelota a la oposición y cuenta que durante la gestión de Macri los distintos bloques de Juntos por el Cambio se unieron para quedarse con la “primera minoría”; en cambio, ahora se dividen para quedarse con la “primera y segunda” minoría.

Un dato que no está en la carta de Martínez. En 2018 ya el peronismo (en ese entonces dividido y en la oposición) había unificado firmas para mostrarse como "mayoría" y quedarse con los dos consejeros de la Cámara baja.

Ahora, esa diplomática carta de Diputados (fiel al estilo de Martínez y Massa), tuvo su propia impronta en el Senado: Cristina mandó a dividir su propio bloque. Por un lado queda el Frente Nacional y Popular (con 21 miembros) y por otro Unidad Ciudadana (con 14 miembros).

“El único plan que tiene Cristina Kirchner es controlar la Justicia. Mandó a dividir el bloque de Senadores para impedir que Luis Juez llegue al Consejo de la Magistratura. En Diputados seguramente harán lo mismo para impedir que asuma Roxana Reyes. Sólo quiere su impunidad”, planteó Mario Negri, jefe de bloque de la UCR en Diputados.

"La maniobra es injusta, irracional y corrupta. Desnuda la desesperación de Cristina porque el tiempo le pasa y porque sus situaciones procesales no se resuelven”, planteó Luis Juez, principal damnificado de la jugada del kirchnerismo.

¿Hubo trampa?

Lo cierto es que aquella ley de 1997 (que ahora la Corte Suprema repuso en un fallo que el kirchnerismo cuestiona) estaba diseñada para otro mapa político. Tanto esta nueva división del Frente de Todos (que existe por lo bajo en la práctica) ni la división de Juntos por el Cambio (que en la práctica no es tal) respetan 100% el espíritu de esa ley.

Habrá que esperar a que el Congreso haga una nueva ley del Consejo de la Magistratura que ya tiene media sanción de Senado para corregir esa distorsión. Aunque para eso hace falta que los dos grandes espacios políticos se pongan de acuerdo en algo, cosa virtualmente imposible.