historias

"Ni conservador, ni revolucionario; reformista": el discurso de Alberto para enfrentar los conflictos con el campo y la Iglesia

Stella Gárnica / a24.com
por Stella Gárnica / a24.com |
Ni conservador, ni revolucionario; reformista: el discurso de Alberto para enfrentar los conflictos con el campo y la Iglesia

"Ni conservador, ni revolucionario: reformista". A partir de esa definición dada en el CCK, en un acto de apertura por la Semana de la Mujer Trabajadora, el presidente Alberto Fernández busca posicionarse como líder de la ancha avenida del medio. Así, se puso esta semana al frente de la causa feminista y en defensa de los pequeños productores y consumidores, en medio del nuevo conflicto con el campo, las críticas a empresarios por la inflación, la incertidumbre por la deuda y la protesta de la Iglesia por la legalización del aborto.

Alberto busca diferenciarse de la grieta fomentada durante los dos gobiernos anteriores de Cristina Kirchner y de Mauricio Macri: aplica medidas similares a las del kirchnerismo, pero con un discurso más moderado.

Toma medidas proteccionistas e intervencionistas en la economía similares a la del cristinismo, pero las ejecuta a su manera. Es parte del acuerdo tácito con CFK: mostrarse independiente pero sin negarse a los pedidos del kirchenrismo, su base de legitimidad para llegar a ser Presidente.

Tal vez por eso, Alberto y Cristina evitaron mostrarse juntos este viernes en la reinauguración del Salón de las Mujeres de Casa Rosada, en vísperas del 8M. Se esperaba que estuvieran juntos, pero al final ninguno apareció, en un mensaje a la Iglesia, pero también a los mercados; desde ahí CFK pronunciaba sus duros discursos como Presidenta.

Rodeado de la ministra de Mujeres y Género, Elizabeth Gómez Alcorta, y la socióloga y asesora presidencial, Dora Barrancos, Santiago Cafiero encabezó el acto y explicó la ausencia presidencial: "Alberto no pudo estar por cuestiones de agenda. Porque la Argentina, como saben y vivencian, está en crisis".

El salón volvió a ser decorado con fotografías de mujeres argentinas del bicentenario y Cafiero remarcó que la reapertura del mismo es una "resignificación y reconocimiento a la ex Presidenta luego del daño simbólico y las agresiones del macrismo que durante los últimos cuatro años había instalado allí un call center".

¿Un paro político?

Cerca de Fernández calificaron la nueva medida de las entidades del campo convocada a partir del lunes como "un paro político”, impulsado por "los pooles sojeros que concentran el 70% de la producción".

Mientras, en discursos previos ante empresarios, Fernández insistió esta semana en posicionarse como defensor de los productores más débiles y se puso del lado de los "pobres consumidores" frente a los "vivos empresarios que remarcan los precios sin sentido". Críticas similares a las de CFK en su segundo mandato, pero con un tono más moderado.

Respecto al aborto, Alberto avanza con la legalización pero evita confrontar con el Papa y la Iglesia. Francisco fue fundamental con su apoyo al planteo de Argentina por la deuda.

"Reformista"

En la semana del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, el Presidente se puso al frente de la causa feminista y se declaró "ni conservador ni revolucionario: reformista".

Alberto Fernández encabezó el miércoles el acto de apertura por la Semana de la Mujer Trabajadora con un discurso político de fuerte tono "reformista", pero tratando de evitar profundizar la grieta con la Iglesia, que el domingo convoca a una masiva marcha contra el aborto.

Los conservadores piensan que la realidad está bien, entonces no la tocan. Para un conservador, la política podría ser el arte de mantener todo tal cual está. Para un revolucionario, la realidad es odiosa, entonces lo que hay que hacer es tirar la realidad por la ventana e instalar otra. Para el revolucionario, la política debe ser algo parecido a aniquilar la realidad que vivimos. Los conservadores piensan que la realidad está bien, entonces no la tocan. Para un conservador, la política podría ser el arte de mantener todo tal cual está. Para un revolucionario, la realidad es odiosa, entonces lo que hay que hacer es tirar la realidad por la ventana e instalar otra. Para el revolucionario, la política debe ser algo parecido a aniquilar la realidad que vivimos.

Alberto Fernández en el CCK

Para un reformista, la política es el modo de cambiar la realidad con los instrumentos que la democracia nos da. Y yo me apego mucho a eso. Para un reformista, la realidad hay que cambiarla, en eso nos parecemos a los revolucionarios, y tomamos mucha distancia de los conservadores. Para un reformista, la política es el modo de cambiar la realidad con los instrumentos que la democracia nos da. Y yo me apego mucho a eso. Para un reformista, la realidad hay que cambiarla, en eso nos parecemos a los revolucionarios, y tomamos mucha distancia de los conservadores.

Alberto Fernández

 Embed      

Incertidumbre por la deuda y el riesgo país

Por la mañana del viernes, la Casa Rosada fue escenario de intensas reuniones del Gabinete económico. Con Cafiero y Martín Guzmán a la cabeza.

Todo en medio de un aumento del riesgo país y mensajes del FMI, que desde Washington advirtió sobre una propuesta de tipo "inusual" para la renegociación de la deuda porque se reperfilan vencimientos sin presentar abiertamente las previsiones de las principales variables económicas en un mediano plazo.

"El paro del campo es político", lanzó una alta fuente del Gobierno a A24.com, que insistió en que la mayoría de los pequeños y medianos productores estuvieron conformes al salir de la última reunión con el ministro de Agroindustria, Luis Basterra, que ofreció más créditos para el sector a partir de la recaudación del 33% de retenciones a la soja.

Resaltan cerca de Alberto que el aumento a las retenciones alcanza solo a un monopolio de los pooles sojeros que son los que ejercen presión sobre el resto del campo, que se verá beneficiado para diversificar la producción en maíz, trigo, lácteos, pesca.

Al mismo tiempo que se reinauguraba el Salón de las Mujeres, se vio ingresar a la Casa Rosada a la jueza de la Corte Suprema de Justicia Elena Highton de Nolasco, en medio del otro frente de conflicto que desató esta semana el Gobierno tras el anuncio del Presidente de enviar al Congreso una reforma del sistema judicial.

Con varios frentes abiertos, el Gobierno intenta un equilibrio entre la firmeza y el diálogo, en una semana en que comenzaron a producirse las liberaciones de los que se consideraban "presos políticos" del kirchnerismo. Similares metodologías con discurso más moderado, parecen consolidar el estilo Alberto.