Voy con los ejemplos más modernos: Alejandro Gómez con Frondizi que se le plantó, Víctor Martínez con Alfonsín, Cobos. Imaginen ustedes: Cristina es la vicepresidenta de la Nación, que no integra el poder ejecutivo entonces, y hay una crisis política donde uno dice blanco y otro negro.
Cristina sigue teniendo la centralidad en la política argentina. El sábado éramos varios desconcertados: los periodistas, los peronistas, los kirchneristas (no sabían cómo actuar con Alberto Fernández que fue acusado de ser el operador de Clarín y La Cámpora se lo recuerda) y por último el peronismo federal, hay grieta acá.
Miguel Angel Pichetto y Juan Manuel Urtubey piensan parecido, pero Sergio Massa piensa me parece distinto y no descarta meterse en la interna del peronismo: una jugada fuerte.
Pero si se mantiene en Alternativa Federal, gana y abre la tercera opción ¿hay margen para esto o, como dice Pichetto, se puede radicalizar la elección?
El peronismo es un disciplinado detrás del poder, el que gana disciplina. ¿Recuerdan lo que paso con Carlos Menem cuando venció a Cafiero? Antes de la elección Menem era el patilludo, ridículo, y cuando ganó se transformó en rubio alto y de ojos claros.
Pasó en la historia con Eduardo Duhalde, Néstor Kirchner y pasa ahora con Alberto Fernández.
Para el gobierno es otro problema, más allá que el sector duro ven a Cristina como el oponente natural creo que si no meten un cambio están complicados. Algunos ayer se preguntaban.
¿Y si en lugar de enfrentar a Alberto Fernández con Mauricio Macri (que trae cuatro años de una gestión complicada) refrescamos con una figura? Elucubro ¿qué pasa si la pelea es Alberto vs María Eugenia? ¿es mejor o peor para Cambiemos?
La política argentina tiene esto, la capacidad de la gran sorpresa y la necesidad de reconocer errores; acá me sumo, yo dije “Cristina salió de la gran política argentina”. Me equivoqué.
Para cerrar quiero marcar, y más allá de estas discusiones que me divierten porque es mi trabajo y me obsesiono, estamos atravesando un presente con 55% de inflación, 30% de pobreza y uno de cada dos pibes menores de 14 años pasa hambre.
Ojala esta discusión apunte a resolver los problemas y no para, tanto en el gobierno, el peronismo y Alternativa Federal, seguir jugando al “Don Pirulero" del poder para que algo cambié y esencialmente todo siga igual.