En cuanto a los gastos de funcionamiento, el documento indica que se distribuyen en partes iguales entre salud y educación. Entre los rubros afectados se encuentran servicios públicos, mantenimiento edilicio, programas de investigación, becas y tareas de conectividad. "La falta de actualización pone en riesgo programas vitales como UBA en Acción, subsidios de investigación y becas estudiantiles", advierte el texto.
En relación a los salarios, se denuncia que la inflación acumulada desde noviembre de 2023 asciende al 250%, mientras que las remuneraciones solo aumentaron un 95%. "La pérdida de poder adquisitivo supera el 40%, y durante el primer semestre de 2025 se profundiza con caídas mensuales frente a la inflación", se detalla en el informe.
Asimismo, se remarca que un docente que inicia su carrera en la UBA no alcanza el salario mínimo vital y móvil. En el caso de los médicos residentes, el ingreso mensual ronda los 1.200.000 pesos, mientras que un profesor titular con dedicación exclusiva y sin antigüedad percibe unos 1.500.000 pesos. "Incluso los estipendios de los becarios de investigación han perdido casi la mitad de su valor real", afirma el documento.
El rol estratégico del Hospital de Clínicas
El Hospital de Clínicas tiene un rol histórico en la atención de emergencias nacionales. Fue centro de asistencia en tragedias como Cromagnon, el atentado a la AMIA y la masacre de Once. Es la única institución con infraestructura para montar guardias de emergencia en sus propios pasillos en caso de catástrofe.
"Defender el Hospital de Clínicas es defender un modelo de universidad comprometido con el bienestar social y la equidad en el acceso a la salud", señalan desde el Clínicas.