¿Quién es Juan Grabois? Puede haber varias respuestas. Está el Grabois teórico y académico que esgrime dos títulos: uno de abogado con orientación en Derecho Internacional Público (UBA) y otro de licenciado en Ciencias Sociales y Humanidades (UnQui). Con ese bagaje habla efusivamente de desigualdades, redistribución y geopolítica, y saca a relucir sus influencias marxistas, católicas y peronistas.
Está también el Grabois práctico y militante que es fundador y referente del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) y de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), que agrupa a varios miles de trabajadores. En esa línea es más pragmático y habla de la rosca para negociar con intendentes y ministros, saber visibilizar y movilizar para obtener beneficios para los “olvidados”, hacer manifestaciones, protestar frente a comisarías o embajadas y defender a sectores populares y vulnerables que van desde gente de bajos recursos hasta inmigrantes senegaleses.
Con sus 35 años, dice: “Nunca en mi vida me compré ropa. Uso lo que me regalan o mi mamá o mis compañeros”. Hijo de Roberto “Pajarito” Grabois, el histórico dirigente peronista fundador en los sesenta del Frente de Estudiantes Nacionales, busca formar su propio camino y repite: “Quien tiene una vocación militante tiene una vocación de ser y no de parecer. La mejor forma de predicar es con el ejemplo. Si vos no tenés apego a los privilegios y a las cosas materiales y no tenés esa necesidad de estar en el sistema consumista tenés más libertad, no estás sujeto o subordinado a los distintos financistas que sirven para los políticos. La política es para transformar la sociedad no es para resolver tu problema individual”.
Catalina de Elía. Hay denuncias concretas en el espacio al que apoyás, el kirchnerismo. ¿Cómo te choca todo este discurso algo idealista que mantenés con esas causas?
Insisto. Porque yo creo que la forma de predicar es con el ejemplo y no con el dedito levantado. Por lo menos desde los 90 la política argentina está atravesada por esta situación que podría decirse que tiene dos categorías, una más grave que la otra. Una es esto de usufructuar los privilegios con los beneficios de la política y otra es la corrupción. Las dos cosas están mal y una es más grave que la otra. Así es el sistema político argentino, quien no conviva con eso no puede participar. Cosa que yo no hice hasta hace un par de meses.
Diego Landi ¿Por qué ahora participás más activamente de ese sistema político que tanto criticás?
Creo que hay un bien superior para los sectores populares, fundamentalmente, pero para todo el país, que es derrotar a Macri y reencauzar a la Argentina en un proceso de desarrollo nacional con una perspectiva latinoamericana, con un enfoque fundamental en el mercado interno y una filosofía basada en la justicia social. Y que eso se puede hacer con Cristina.
Ahora, por una lado hay una persecución judicial a un lado de grieta, cosa que compartimos, y que por otro lado hay denuncias de corrupción muy firmes, cosa que también compartimos. Te digo más, sin haber visto los expedientes y desde mi subjetividad, yo creo que en el gobierno anterior hubo mucha corrupción. Hubo situaciones muy graves de corrupción. No hay ninguna explicación a los bolsos de López. Entonces, yo no le saco el culo a la jeringa de eso. Y planteo que eso no tiene que volver a pasar. Y tiene que haber justicia. Justicia no es revancha y no es venganza. Y no creo que este Poder Judicial vaya a hacer justicia.
(CdE) ¿Por eso fuiste a Comodoro Py con Cristina?
Desde luego, porque es como la discusión de Venezuela. Tiene similitudes. Tiene que ver con la caracterización de la situación política. Y qué es lo peor que puede pasar. Yo tengo una caracterización de que existe una estrategia hemisférica en América latina, que algunos teóricos llaman de "guerra híbrida" o de cuarta generación, que tiene que ver con someter a nuestros pueblos y a nuestros estados al poder unilateral de EE.UU. y retomar proyectos como el del ALCA.
Ese fue un proyecto que estuvo muy cerca de ser aprobado y la existencia de los gobierno de Lula, de Néstor Kirchner, el incipiente protagonismo de Evo y de Hugo Chávez lograron derrotar. Que el proyecto de crear una área de libre comercio en todas las Américas, que, desde mi punto de vista, es entregar la independencia económica y la soberanía política y en consecuencia la justicia social en nuestro país.
(CdE) ¿Pero creés que sobre todo la económica, no? Desde algunos sectores se escribe mucho sobre ese argumento. Limpiar con la bandera de la corrupción a la burguesía nacional para que desembarquen empresas norteamericanas.
Eso a mí me parece absolutamente evidente. Y dicho esto, yo no soy un fanático de la burguesía nacional. Cuando Néstor Kirchner asume y dice "yo voy a reconstruir la burguesía nacional" no me puse muy contento. No creo que la burguesía nacional va a cumplir el rol histórico que tienen las burguesías en los países capitalistas. La burguesía nacional es prebendaria. Toda; la que está con Macri, y la que estuvo con Cristina, con algunas excepciones.
No es una burguesía capitalista en el sentido estricto. Es prebendaria, lumpen, improductiva. Que paga coimas y después se arrepiente. Inmoral. Que no tiene una ética protestante como la de Weber, de trabajo, progreso y meritocrática. Macri es heredero de todo ese mundo. Es un producto de los dólares engrasado de la convertibilidad y de los negocios con la Dictadura. Uno podría decir que no hay peor astilla que la del propio palo, como ellos dijeron en algún momento.
En realidad no hizo ni una cosa ni la otra. Los entregó, porque eso confluía con los intereses de las multinacionales, pero no les soltó la mano del todo. Sigue habiendo un equilibrio sucio entre los intereses que quieren barrer con la burguesía nacional, que son de afuera, y todo el entramado roñoso entre el poder político, económico, mediático y sindical.
(DL) En ese escenario ¿Cómo te decidís a apoyar un espacio que -al menos- convivió con esos actores a los que vos le adjudicás prácticas corruptas?
El tema de la corrupción es central. Tenemos una sociedad corrupta. Desde los pies a la cabeza. Una sociedad con unos niveles de hipocresía rayanos en la esquizofrenia donde el mismo tipo que evade o paga coimas en su vida particular se rasga las vestiduras porque un político de cuarta se lleva una coima.
Es decir, una sociedad que no tiene valores éticos pero se pretende que la clase dirigente los tenga. Eso no va pasar. Y se pueden dar ejemplos de los más variados. Nosotros tenemos en nuestra extensa clase media pretensiones de cultura europea con prácticas chabacanas bananeras.
Eso genera lo que Jauretche caracterizaba como el "medio pelo" porteño que nutre mucho el gorilismo. Y el gorilismo históricamente tuvo esto del eticismo sin bondad, una moralina sin empatía. Todo eso para cambiarlo hay que hacerlo con una lucha cultural y hay que hacerlo con el ejemplo. Yo creo que la corrupción es transversal. Yo no creo que el gobierno de Cristina ni el de Macri son gobiernos corruptos.
(DL) ¿Qué quiere decir eso?
Que su característica principal es la corrupción. No creo eso. Creo que el gobierno de Macri es un gobierno neoliberal con casos de corrupción graves y el gobierno de Cristina fue un gobierno nacional y popular con casos de corrupción graves. Ninguno de los dos creo que sean gobierno corruptos. Son gobiernos con componentes ideológicos fuertes. Son proyectos distintos que ambos albergaron la corrupción. Y el que venga la va a albergar.
(CdE) Pero vos podrías estar entre los funcionarios de un próximo gobierno.
Y si en el que venga me toca estar a mí yo voy a dar la disputa para minimizar eso. Ahora el que te diga "yo te garantizo que no va a haber corrupción" te está mintiendo. Porque es un sistema que excede las caras. Después vienen las responsabilidades individuales. Yo no creo que Cristina sea corrupta.
Creo en la honestidad de Cristina. Ella puso por encima de cualquier situación económica personal los intereses del proyecto que ella representa. Con errores y aciertos. Esa es mi percepción. Es una dirigente política que pone la política por encima de su acumulación individual o sus intereses personal. Tiene el mismo estilo de vida que tiene el resto de los dirigentes políticos argentinos. Yo hago una crítica de eso.
(CdE) Lo cuestionás.
Me choca como viven todos los dirigentes políticos. La mitad de los intendentes de la provincia de Buenos Aires viven en countries. A mi un intendente que tiene la mitad del distrito bajo la línea de la pobreza y con el agua hasta el cuello cada vez que llueve, la verdad me rompe las pelotas. Me parece una cosa bochornosa. Ahora yo hablo con esos intendentes, discuto, negocio, o negociaba cuando era dirigente social. Y seguramente voy a hacer alianzas. Y los voy a seguir criticado, porque voy a seguir planteando eso y al mismo tiempo voy a aliarme.
(DL) Volvemos a lo mismo. ¿Por qué te deberías aliar?
Porque no tengo la verdad revelada. Porque no quiero imponerle a nadie lo que yo considero lo que es un estilo de vida ético, sino que quiero militarlo a través del ejemplo y de la persuasión.
(DL) ¿Pensás que hay una utilización política de las causas de corrupción?
Es evidente que en este momento hay una utilización política absolutamente teledirigida sobre las situaciones de corrupción que es idéntica a la de Brasil. Un juez, en nuestro caso Bonadio, en el caso de ellos Moro, absolutamente cooptado por los intereses norteamericanos, que fue a hacer 25 mil cursos a EE.UU., que está más sucio que una papa y embarrado hasta el cuello de los servicios de inteligencia.
Y Moro, que era más jovencito y más lindo, terminó siendo el ministro de Justicia del psicópata de Bolsonaro, la verdad es que el que no se da cuenta que hay una operación política no quiere verlo. Yo frente a eso decidí acompañar a Cristina.
Embed
Juan GRabois vertical interior blanco
Grabois milita políticamente en el Frente Patria Grande
(DL) Ahora bien, en el supuesto caso de que gane Cristina, creés que podría hoy desarrollar sus políticas, en este contexto socio económico y geopolítico.
Yo creo que por razones objetivas Cristina está una posición mucho mejor a la que tenía antes para generar transformaciones. Porque gran parte de esas corporaciones que fueron parasitarias del Estado en el gobierno anterior, incluyo burguesía nacional, gran parte de la clase política (gobernadores, intendentes, concejales) no está ligada a Cristina.
Hoy Cristina no tiene compromiso con esa gente. La cagaron todos. Todos la abandonaron. Hoy se da una situación rara: vos tenés una dirigente que tiene el 30 o 35 por ciento de los votos y que es ella y el pueblo. Y todo lo que había en el medio, no existe más. Están todos con Pichetto, con Massa, con Urtubey, con Macri.
Todo lo que era el aparato de sustentación que es caro de mantener la abandonó y quedó su imagen en la conciencia de millones de argentinos, sobre todo los más humildes, como un signo de esperanza de que se puede vivir mejor.
(DL) Insisto. Más allá de la mirada sobre su figura política y lo que representa para una parte de la clases populares y para el escenario político, hay indicios fuertes sobre corrupción. Desde que lideró una asociación ilícita a que en su entorno cercano se lavó más de 70 millones de dólares, entre otras acusaciones. ¿Eso no cuenta?
Yo no estoy de acuerdo con lo que vos estás diciendo. No creo que tengas ningún elemento para plantear eso con certeza. Creo que estás repitiendo las cosas que ves en otros medios de comunicación. Explicame el mecanismo de cómo lavó los 70 millones de dólares.
¿Qué quiere decir que sea una jefa de una asociación ilícita o ser una persona corrupta? Es una persona que quiso saquear el Estado en beneficio propio. Yo no creo que Cristina sea eso. Ahora si vos me decís ¿cómo fue el financiamiento de la política? No creo que haya sido muy distinto que el de Vidal en la Provincia de Buenos Aires. Debe haber sido exactamente igual. Y en ese sentido yo creo que hay un problema estructural y transversal.
(CdE) ¿Vos creés que Cristina no estaba al tanto de la corrupción?
En la misma medida que Vidal estaba al tanto. En la misma medida que toda la clase política en la Argentina está al tanto de que pasan cosas. En la misma medida en que yo estoy al tanto de que en la organización que yo coordino donde hay 4 mil cooperativas debe haber un 10 por ciento que hacen las cosas mal.
(CdE) Como que todo es parte de este sistema.
Como cualquier periodista sabe que los medios no salieron de un repollo.
(DL) Entonces creés que Cristina no sabía de todo el sistema de corrupción que presuntamente la rodeaba.
Yo tengo la absoluta certeza de que Cristina no tenía la más remota idea de cómo manejaba López la plata. Cualquiera que la conoce medianamente sabe que Cristina es una mujer que tiene una visión estratégica y un liderazgo carismático pero que no anda en los detalles organizativos. No es una organizadora. Tengo la absoluta certeza y la absoluta tranquilidad en ese sentido y duermo muy tranquilo de que elegí bien.
(CdE) Pero si llega a ganar debería llegar con un equipo ¿Hay margen para el recambio de caras en el kirchnerismo?
Desde luego. Y además ahí hay una disputa. Ustedes habrán visto las discusiones que tengo con personajes del gobierno anterior y las voy a seguir teniendo. Y en eso no cedo. Y no solamente con los que yo considero corruptos. Aparte están los que considero inútiles patoteros. Es decir gente que se la pasó ladrando como caniche contra las grandes corporaciones y perdió todas las batallas.
Lo único que generó fueron inconducentes fricciones en la sociedad. Porque no terminaban siendo ni chicha ni limonada. Ni los corruptos ni los hipócritas. Los corruptos, los que pusieron sus intereses personales por encima de los del pueblo. Y los hipócritas, que con un discurso nacional y popular en realidad hicieron todo lo contrario.
Nosotros somos una fuerza política, el Frente Patria Grande, somos miles que apoyamos a Cristina y nuestra lucha contra Macri tienen una componente de proyecto político entre algo mejor y algo peor, pero también tienen condicionantes. Uno de ellos es que se tienen que tomar seriamente el tema de la ética pública. Hay que pedirle a los funcionarios un estándar muy superior a lo que tienen hoy dia de transparencia. Y al que no le gusta que trabaje en el sector privado.
(DL) ¿Qué le criticarías al gobierno anterior?
Un poco la corrupción, algunas cuestiones estructurales también. Hubo una gran redistribución del ingreso, pero no de la riqueza o del patrimonio. Hubo concentración empresaria muy fuerte. No se recuperaron muchas de las empresas estratégicas, entre ellas Edenor y Edesur, que son de Mindlin y de Caputo, y estaría bueno mirar sus ganancias.
No hubo una política de desarrollo de las economías regionales que permitiera redistribuir mejor la población en el territorio. No hubo una reforma fiscal. Sigue habiendo una matriz regresiva. Muchas cosas que se podían haber hecho no se hicieron. Pero fundamentalmente la crítica es en lo social. No se hizo la integración urbana de las villas.
No hubo una política de acceso a la vivienda que permitiera que cada familia tenga una techo. No hubo un abordaje integral a la cuestión de la economía popular. No hubo una política acorde a la dignidad de los pueblos originarios y las comunidades campesinas. Y no hubo una política ambiental.
Una reforma agraria -que le causó risa al periodista Ceferino Reato- es cambiar la matriz productiva del campo. Salir del monocultivo y concentración de la propiedad, de la utilización indiscriminada de los transgénicos y de la cartelización de las semilleras.
(CdE) ¿Por qué creés que eso que no se hizo se haría en un supuesto nuevo gobierno de Cristina? ¿Te ves en una lista?
No me veo en ninguna lista, me veo en un ministerio.
(DL) ¿Desarrollo social?
Se tendría que llamar Desarrollo humano integral y tener el tema de reforma urbana, reforma agraria y reforma productiva para la parte de la economía popular. Y el tema ambiental que son los temas que yo conozco con profundidad y conozco los actores y tenemos claro lo que hay que hacer, cómo, cuánto vale, con quiénes.
(CdE) Ahora, si Cristina no se postula, porque tampoco está confirmado que lo haga…
¿Cuál es la garantía de eso? Nunca hay garantías, hay una cuestión de correlación de fuerzas, una lucha política que se da y la enorme fuerza que tienen los movimientos populares que, a diferencia de lo que pasó en los gobiernos anteriores, hoy ya tenemos una maduración de que así como confrontamos con un gobierno neoliberal vamos a interpelar en la calle.
Yo le enseño a mis compañeros que si el día de mañana nosotros integramos un gobierno popular y yo soy ministro me tienen que venir a movilizar a mí, porque ni el mejor gobierno puede avanzar si no hay un pueblo consciente que lo está interpelando todo el tiempo porque sino la democracia se convierte en una cosa fosilizada y burocrática.
Entonces garantías no hay ninguna, ni con Cristina presidenta, porque las cuestiones tienen que ver con las correlaciones de fuerza.
Ahora, ¿por qué a mí me gusta Cristina? Porque yo la vi haciendo cosas que no le vi haciendo a nadie. Osea Cristina nacionalizó el sistema de jubilaciones y pensiones. Le dieron un buen plan, muchos dicen que lo diseñó Boudou, pero la decisión política la tomó ella. Esa decisión política la puso en confrontación con sectores del poder financiero muy pesados.
(DL) ¿Cuán viable ves un nuevo gobierno de Cristina en un año en el que se supone que va a haber que pagar el FMI con un escenario con cuantiosos pagos de deuda?
Recontraviable. Y te digo por qué. Nadie está planteando en la Argentina ni hacer una revolución ni convertirse en Corea del Norte. Ese es un mito del círculo rojo. Acá ninguna fuerza política plantea una ruptura con el mundo.
Ahora, desde luego que el plan que suscribió Macri con Lagarde es inviable, hay que volver a renegociar todo eso. De hecho, este gobierno si llega a reelegir va a tener que renegociar. Lo va a hacer mal obviamente. No es ninguna cosa rara, ya se hizo en la Argentina. Hay que renegociar y priorizar las cuestiones de desarrollo humano. Y eso es perfectamente posible. Además desde el punto de vista geopolítico la historia es dinámica: está México que está del lado de los procesos populares. El péndulo este existe.
(CdE) ¿Qué pasa en el país si vuelve a ganar Macri?
Por eso me metí en este proceso. Creo que la Argentina cambia cualitativamente. Es decir, no como hasta ahora que son pequeños cambios cuantitativos: “estamos un poco peor, tenemos un poco menos de plata”.
Cambia cualitativamente, se subordina con mucha claridad a los intereses de Estados Unidos, se destruye completamente la matriz productiva, pasamos a un esquema de salarios bajísimos como los países del sudeste asiático, de predominio total del capital financiero, de una economía cien por ciento reprimarizada. Es decir un país para un tercio y el resto que se curta.
Embed
Juan Grabois horizontal interior por 3
Grabois quiere un "proceso de desarrollo nacional con una perspectiva latinoamericana".
(CdE) ¿Vos decís que va a quedar más gente aún afuera del sistema si gana Macri?
Va a quedar muchísima más gente afuera y además va a haber una represión rampante. Nos estamos acercando a Bolsonaro. Una represión que no solamente es una represión física, es una represión social.
Es un achatamiento de la libertad de expresión, del pensamiento, del desarrollo intelectual porque hay un nivel de hostigamiento que ya se ve en potencia, que existe hoy pero que no tiene ni punto de comparación con lo que pasa en Brasil, donde se generan situaciones de autocensura, donde hay una desmovilización total de la sociedad y donde el pobrerío y todos sus barrios están militarizados…
(CdE) Estás describiendo casi un estado autoritario…
Lo mismo que en Brasil. Lo de Brasil hace un año si alguien planteaba algo de esto parecía un loco. Pero de repente tenemos un tipo cuyo slogan de campaña es hacer un arma con la mano y que es el principal socio de Macri y Trump en la geopolítica esta. Entonces Macri que inicia su carrera buscando un perfil de liberal pro mercado pero de cabeza abierta va acercándose rápidamente a un populismo de derecha, estilo Bolsonaro, que además va a ser necesario para sostener su gobernabilidad porque la gente se va a empezar a cansar de tragar tanta mierda.
(CdE) ¿O sea, según vos, se va a convertir en un Bolsonaro si gana?
Macri ya está en camino a eso
(DL) ¿Por qué pensás que en diciembre no hubo tanto descontento en las calles y por qué pensás que los viernes empieza a haber pequeñas muestras de descontento?
¿Por qué no estalló todo y por qué no estalla? Para mí hay tres motivos. El primero es que los más pobres entre los pobres, a diferencia de lo que pasó en el 2001, hoy tienen algo: todos los meses hay una tarjetita donde está la AUH y donde está la inclusión jubilatoria y eso llega al 80% de los hogares pobres. En 2001 el que era pobre no tenía nada, estaba desesperado, no le quedaba otra que cagarse de hambre o saquear un supermercado. Entonces hay una red de seguridad social muy extensa…
(CdE) ¿Vos viste esto con el gobierno de Vidal?
Cuando me refiero a red de seguridad social me refiero a los instrumentos de seguridad social que quedaron del gobierno anterior, que son dos, la AUH y la inclusión jubilatoria. Eso es la red de contención social. Lo demás son cuestiones menores.
Es verdad que a fin de año, después de mucha movilización, para el sector más organizado conseguimos muchas cosas. Por ejemplo, nuestros compañeros tuvieron aguinaldo, se les adelantó el salario social de enero, tuvieron doble AUH (por cada pibe se pagaron 1500 pesos más) y ¿por qué tuvieron todo eso? Porque el gobierno negocia con los sectores populares organizados. Ahora, se cagó olímpicamente en los siete millones de jubilados. De estos siete millones, tres millones y medio son pobres.
Entonces yo la verdad es que tengo una sensación ambigua con esto. Por un lado, estoy totalmente orgulloso de estar en una organización capaz de defender medio millón de pobres. Y, por otro lado, no quiero ser parte de un dispositivo donde medio millón más o menos zafan y cinco millones la pasan como el orto.
(CdE) ¿Por eso no querés trabajar más negociando con este Gobierno?
No es mi rol. Cuando era mi rol iba y lo hacía a conciencia. Y estoy orgulloso de las negociaciones que hice con mis compañeros. Siempre pusimos los intereses de la base social organizada por encima de cualquier otra cosa. Y cuando decidí que era momento de confrontar políticamente con el Gobierno una de las cosas que hice fue primero avisarle a mis compañeros y también se lo avisé a mis interlocutores Stanley y etc.
Les dije “yo ya con ustedes no tengo más nada que hablar en términos de negociación sectorial van a ser otros compañeros los que la hagan, me voy a dedicar el próximo año a tratar de que pierdan”. Porque para mí el destino del macrismo es convertirse en un verdugo de las clases populares argentinas, peor de lo que ya es.
(CdE) Y si no se presentara Cristina y sale un candidato del consenso con el peronismo no K, ¿Vos igual estarías dispuesto a participar para que no gane Macri y pedir algún puesto en esa alternativa?
Cualquier coalición opositora a Macri que plantee las cuestiones más elementales de política económica popular, de una geopolítica menos subordinada al imperialismo, de la recuperación de las cosas que se perdieron durante este tiempo, de no ser tan servil a las corporaciones yo la voy a apoyar y la voy a votar.
(DL) ¿A Lavagna por ejemplo?
Sin ninguna duda.
(DL) ¿Con “olor a naftalina” incluido?
Con o sin olor a naftalina. No lo voy a hacer con el mismo entusiasmo ni creo que va a contagiar el mismo entusiasmo a la sociedad que el que podría contagiar Cristina…
Ahora nuestro pueblo nunca salió con moderación y buenos modales de situaciones como esta, siempre salió con pasión y pelea. Siempre salió luchando. Y no veo a nadie con ganas de luchar. La única es Cristina. Y nosotros necesitamos una luchadora, no un Corea del Centro. Ahora si los consensos van para ese lado, yo lo voy a acompañar sin ninguna duda
(CdE) ¿Vos hablás con Cristina?
Sí, hablo bastante
(CdE) ¿Y creés que se va a presentar?
Esto lo dije ya. Ella va a hacer todo lo posible para que gane el campo popular. Si eso incluye que tiene que ceder, va a ceder. Pero eso no está dicho todavía. Porque está la teoría del techo, pero yo la contrapongo a la teoría del piso. Cualquier tipo que sabe algo de obra te va a decir que es más fácil romper un techo que construir un piso.
Y esto tuvo que ver con el momento que empecé a empalmar con Cristina. Hace un par de meses lo que se estaba planteando era o meterla presa o decir “con el kirchnerismo no se puede hablar”. Pero loco, es el 30% de la sociedad. ¿Por qué no vas a hablar con el 30% de la sociedad? Y es el 50% de la oposición.
(CdE) Una crítica fuerte a Cristina y su candidatura es su poca apertura. Y muchos en su entorno dijeron que está más abierta. ¿Vos notás eso cuando hablás con ella? ¿Qué notás?
Yo soy muy crítico. No establecí un vínculo con Cristina a partir de la obsecuencia o de decirle que es la mujer maravilla. Fui y soy muy crítico. Te puedo asegurar que bancarse una charla conmigo, una mujer que fue dos veces presidenta, hay que tener estómago porque yo soy un pendejo desubicado y le digo cualquier cosa a cualquiera. Mi generación es así, no quiero que seamos gente que digamos todo que sí.
Por otro lado, creo que hay una cierta intolerancia. Porque yo a ella no la escuché diciendo “mi límite es”…
(CdE) Pero, por ejemplo, está el discurso de La Cámpora que siempre ha sido un discurso muy rígido…
La Cámpora es La Cámpora. Y Cristina es Cristina. Reducir a Cristina a La Cámpora ha sido una operación de propaganda…
(CdE) Pero está liderada por su hijo…
¿Y qué tiene que ver? Cristina es Cristina. Y Máximo es Máximo. Es verdad que en la Argentina como tenemos una clase política muchos hijos heredan esto y lo otro. Pasa acá y en otros países. A mí no me gusta eso, de hecho soy juez y parte de esto porque soy hijo de un dirigente político. Pero tengo recontra claro que Cristina es Cristina y Máximo es Maximo. No piensan igual en todo. Cristina no es la dirigente de La Cámpora, Cristina fue dos veces presidenta de este país y fue la conducción de la fracción mayoritaria del campo nacional y popular al cual yo no pertenecí…
(CdE) ¿Y a vos La Cámpora te gusta? ¿Te gustaría que siga?
Te voy a decir algo polémico. Yo le planteé a compañeros de La Cámpora que se tenían que disolver. La Cámpora se tiene que disolver como estructura, con ese nombre, etcétera. Lo cual no quiere decir que los cuadros no participen del proyecto. Tienen muy buena gente. Uno de los que es buen tipo es Máximo. Máximo es buen tipo. Es una buena persona. Es muy austero. Y a mí me sorprendió en ese sentido. A mí la forma de hacer política de algunos sectores de La Cámpora no me gusta. Y La Cámpora como estructura tampoco.
(CdE) ¿En esta nueva etapa te gustaría que no esté?
Me gustaría que aparezcan cosas nuevas. Pero es una opinión interesada. Los dirigentes de La Cámpora tienen 10 años más que yo. Mi generación es la que viene después. Hay una lucha generacional también ahí. Como la hay en todos lados y también en los movimientos sociales.
(DL) ¿Que rol, por acción u omisión, pensás que jugaría el Papa en la campaña electoral?
El Papa Francisco no juega en ninguna elección. Eso es una estupidez. Me jode mucho ser utilizado por los que quieren llevar al Papa al lodazal de la política. Y no tengo forma de evitarlo. La única forma es no hablar del Papa. Siempre se me saca de contexto. Cualquier cosa que yo diga del Papa es una interpretación subjetiva. Frente a eso voy a hacer lo posible para que las cosas no se saquen de contexto pero tampoco me voy a autocensurar.
El Papa Francisco es una inspiración para todos los que luchamos por un mundo mejor y más justo. Y está muy bien que se lo cite, se lo interprete. Un sector del Gobierno y de los medios han logrado que quienes lo queremos no hablemos tanto de él para ver si no lo perjudicamos.
Esa situación todavía no la tengo resuelta. Me jode cuando hablan mal de él y que me usen a mí para hacerle daño. Yo sé que mi figura o a de un dirigente social le puede llegar a caer bien a apenas un 20 por ciento de la población. Se que hay mucha gente que por prejuicio no te quiere.
A poca gente le gusta un chabón que está protestando a las 3 de la mañana frente a una comisaría por senegaleses. Tengo claro que los dirigentes sociales somos piantavotos. Por eso no se me ocurre ser candidato a nada. No creo que sea un buen candidato. Sí creo que puedo aportar mucho yo y miles de dirigentes sociales. No creo que la asociación conmigo le sirva a la imagen del Papa.
(CdE) ¿Cuál es tu postura por la legalización del aborto?
No hay respuesta corta. Pertenezco a una fuerza social que que es el Movimiento de Trabajadores Excluidos, que es parte de la CTEP, y ahora formo parte de una fuerza política que es el Frente Patria Grande. En las dos fuerzas hay militantes mujeres que militan por la interrupción voluntaria del embarazo y también hay militantes militantes mujeres que están totalmente en contra. Sobre todo las compañeras de las barriadas. Con independencia de cual sea mi posición individual, nosotros tenemos una definición orgánica y colectiva que no me corresponde a mí expresarla. No te puedo contestar sí o no.
(DL) Decías que los dirigentes sociales son piantavotos, pero estás jugando en política y necesitás votos. ¿Cómo convencen a esa clase media pendulante argentina que ven la polarización entre Macri y Cristina?
Con la lista de precios del supermercado, con la factura de luz, gas, agua y las expensas. Y la de la prepaga. Y con la de la cuota del cole del pibe. Punto. Los están saqueando, los están choreando. Y la verdad que el que no lo quiere ver, no sabe hacer cuentas. Si el gorilismo y el instinto antiperonista es más fuerte que los intereses propios y de clase de los sectores medios es producto de una manipulación. Ahí hay que discutir cuáles son las consecuencias del neoliberalismo y la economía de macrista en la vida de cada uno.