Hay una encuesta que periódicamente miran los gobernadores para tomar decisiones. Les permite mirar no solo su propia imagen sino también la de sus colegas. Todos negocian con todos con esos números en la mano.
Se trata de un sondeo clave porque es el único que releva a todos los distritos. La cercanía con Milei parece ser uno de los ordenadores de las preferencias.
Hay una encuesta que periódicamente miran los gobernadores para tomar decisiones. Les permite mirar no solo su propia imagen sino también la de sus colegas. Todos negocian con todos con esos números en la mano.
La encuesta es el ranking de gobernadores de CB Consultora Opinión Pública que desde 2020 mide en cada uno de los distritos. La particularidad que se viene viendo es que aquellos mandatarios que están más cerca del Gobierno nacional tienen mejor imagen en sus provincias; aquellos opositores más acérrimos tienen peores resultados.
Este es el orden que arrojaron:
En los primeros 8 lugares aparecen gobernadores aliados al Gobierno (y coincide con provincias en que Milei tiene altísima imagen positiva).
Desde el peronista Jaldo (único gobernador peronista aliado orgánico de La Libertad Avanza), hasta los 3 de Juntos por el Cambio (Torres, Zdero y Pulllaro). Luego siguen provinciales como Passalacqua, Orrego y Llaryora, de buen diálogo con el Gobierno nacional.
El único peronista de Unión por la Patria que está en el top 8 es Sergio Zillioto de La Pampa, que logró retener la gobernación pese a la mala imagen del kirchnerismo en su provincia.
Juntamente la contracara del top 8 son los gobernadores más críticos del Gobierno. Al fondo de la tabla aparecen Ricardo Quintela, Axel Kicillof, Gildo Insfran y Claudio Vidal (sindicalista provincial de Santa Cruz, que suele votar contra Milei en el Congreso). También en esa lista está Jorge Macri, de relación oscilante con el Gobierno nacional.
Estas encuestas son miradas por los gobernadores a la hora de negociar con el Gobierno nacional. Saben que aquel que se pone demasiado crítico en esta instancia termina perdiendo. No solo porque Milei sigue estando bien ponderado en las encuestas. Sino también porque necesitan de Nación para poder avanzar con obras clave para su gestión.
Esto explica en parte lo que pasó en la sesión de los DNU. Ningún gobernador puede romper del todo con el Gobierno nacional. Corre el riesgo de quedar en el ostracismo. Y que su propio electorado se lo facture.