Silvia Lospennato quedó diluida y no logró mostrarse como una opción competitiva, ni siquiera con la tracción de Mauricio Macri, que se cargó la campaña al hombro.
Leandro Santoro quedó segundo, muy por debajo de sus expectativas. Mantuvo la base histórica de votantes del peronismo.
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2. La PASO entre La Libertad Avanza y el PRO
Contábamos este domingo que estas elecciones funcionaban como una PASO mentirosa. Se votaban legisladores porteños, pero en la práctica se iba a dirimir la cantidad de votos que tenía cada uno de los socios del pan-oficialismo. Según el resultado, se iban a distribuir las listas nacionales de octubre.
Eso es exactamente lo que pasó: por eso apenas subió al escenario, Manuel Adorni habló de "tabula rasa" para volver a negociar con dirigentes del PRO.
El pésimo resultado de Lospennato, la candidata de Macri, da una pauta de que difícilmente los líderes de LLA vayan a sentar a Macri en una mesa de negociación. O si lo hacen, será en condición de socio hiperminoritario. Es probable que los dirigentes del PRO de la provincia de Buenos Aires y del interior del país empiecen a hacer fila para implorar que los dejen entrar a LLA. Algo parecido puede pasar con algunos sectores de la UCR.
3. Participación electoral
La mitad de la gente no fue a votar. Apenas 53% participó de unos comicios que nunca se terminaron de entender. Fue la primera vez en la historia que se eligen legisladores porteños sin estar acompañados de una elección más importante como presidente, diputado o senador. Mucha gente ni entendía qué era lo que se votaba.
En la previa de la elección, en el PRO decían que necesitaban que mucha gente fuera a votar. Creían que los más convencidos de los dos lados de la grieta (K - Anti K, Milei - Anti Milei) iban a ir seguro a las urnas, pero que había que convencer a los que no le gusta ninguno.
Esos -en la tesis del PRO- son los vecinos que están de acuerdo con la gestión de la Ciudad y no quieren que "la motosierra" se instale en el Estado porteño. Quizás esos "vecinos" apolíticos fueron los que más faltaron, sin una motivación clara para ir a votar.
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Leandro Santoro reconoció la derrota y castigó al PRO: "Dejaron de representar a los porteños".
4. La sombra de Cristina Kirchner
Leandro Santoro encabezó la fórmula del peronismo en una campaña sin presencia de Cristina Kirchner, Sergio Massa ni de ningún otro líder nacional. No estuvieron, ni lo apoyaron en redes sociales, ni se usó la simbología peronista: ni los colores quedaron, reemplazados por el verde manzana.
"La Cámpora mantuvo cerrados sus locales durante toda la campaña", analizaba un conocedor de los movimientos del subespacio de Máximo Kirchner.
Justamente La Cámpora no cree que sea necesaria "una nueva melodía" como piden otros dirigentes del peronismo, sino que hay que revalorizar lo que fue la gestión de Néstor y Cristina Kirchner entre 2003 y 2015: esa es la plataforma de cualquier campaña electoral. El discurso "lavado" de Santoro no logró el objetivo de ganar.
Por eso esta elección no solamente actuó como PASO para la "centroderecha". También el kirchnerismo jugó su propia interna y la derrota de Santoro no es una buena noticia para Axel Kicillof que viene pidiendo una renovación.
4. Sin lugar para terceros (ni cuartos)
La lógica de polarización política sigue vigente en la Argentina. El PRO, que propone el camino del medio, vuelve a sufrir -ahora en su distrito- el mismo efecto que en su momento castigó a Sergio Massa con la "ancha avenida del medio". Después de sacar 50% por años en la Ciudad, esta vez quedó reducido al 15%, lo que demuestra que no hay lugar para terceros.
Tampoco para cuartos. Larreta festejó con el 8% (elección digna), pero hubo un amplio pelotón de candidatos que se quedaron afuera de todo: la Coalición Cívica, la UCR, el coreano Kim, Juan Manuel Abal Medina y su movimiento Evita o Ramiro Marra no superaron el 3% que se necesitaba para meter legisladores porteños.
Otro dato: la izquierda hizo una de las peores elecciones de su historia en la Ciudad y solo metió una legisladora.
5. Así queda la Legislatura
Fue una elección que se nacionalizó. Pero en realidad lo que se elegían eran Legisladores porteños. ¿Cuántos metió cada espacio?
- La Libertad Avanza 11
- Ahora Buenos Aires (Santoro) 10
- PRO 5
- Volvemos Buenos Aires (Larreta) 3
- Frente de Izquierda 1
Por primera vez en 20 años, el PRO deja de ser la primera fuerza en la Legislatura porteña. Sumados a los 30 que siguen hasta 2027, el peronismo tendrá 20 legisladores y será la primera minoría, seguida de La Libertad Avanza. Recién en tercer lugar queda el PRO que tendrá nuevas dificultades para gobernar en la Ciudad.