Ley Finocchiaro: votación y apoyo político
El proyecto fue aprobado tras un intenso debate, con 131 votos a favor, 95 en contra y 2 abstenciones. Además de Finocchiaro, el proyecto ccontó con aportes de diputados radicales como Carla Carrizo, de la Coalición Cívica e Innovación Federal.
Para asegurar el cumplimiento de la ley, uno de los artículos del proyecto especifica que, a principios de cada año, los equipos de conducción de las escuelas deberán informar a las autoridades sobre la “nómina anual del personal docente y no docente que estará afectado al cumplimiento” de esta medida. Esto permitiría una planificación anticipada y evitaría la interrupción total del servicio educativo durante las huelgas.
La iniciativa también contó con fuertes críticas por parte de la oposición. La diputada kirchnerista Blanca Osuna afirmó que la ley violaría el derecho a huelga de los docentes.
“El presidente Javier Milei no le interesa la educación pública; eliminó el Fondo de Incentivo Docente para, con esos recursos, financiar la educación privada por medio de vouchers”, cuestionó Osuna.
Hugo Yasky, secretario general de la CTA, también se manifestó en contra: “Prohibir el derecho de huelga a los docentes es como decir que encontramos la respuesta a la diarrea y usamos un tapón”.
El debate no terminó allí. Tras la aprobación de esta ley, los diputados pasaron a discutir el financiamiento de las universidades, en un contexto de paros docentes en el sector.
A pesar de la renuncia inicial del bloque oficialista, los diputados de la UCR lograron incluir el tema en la agenda. Los libertarios accedieron ante la amenaza cierta de no alcanzar el quórum en el recinto para discutir los proyectos de su mayor interés, como el de la esencialidad del servicio educativo.