La única excepción fue la provincia de Córdoba y Capital Federal que, aunque se ve chiquito en el mapa, sigue siendo el máximo bastión del PRO.
Como era previsible el kirchnerismo ganó en toda la Patagonia: Tierra del Fuego, Santa Cruz, Chubut, Río Negro y hasta en Neuquén, donde Juntos por el Cambio se ilusionaba con un triunfo.
En el norte, el Frente de Todos ganó en los clásicos bastiones peronistas pero sumó Jujuy y Corrientes que son gobernadores de Juntos por el Cambio.
Además, Alberto Fernández se impuso en toda la zona centro que en los últimos años había ganado Cambiemos: Mendoza, Santa Fe, Entre Ríos... También en San Luis, tierra de los Rodríguez Saá que siempre se había opuesto al kirchnerismo.
Macri solo salvó las papas en la Ciudad de Buenos Aires y Córdoba. Aunque en esta última la victoria fue mucho más chica de lo que se esperaba.