Días antes, Fernández había declarado en una entrevista que “cada vez que hubo una marcha, 15 días después crecieron los contagios". Es más, había declarado: "En la pandemia no se critica con manifestaciones, se critica de otro modo. Prefiero que salgan a los balcones y no se que junten como se juntan".
Durante la conferencia, Quirós remarcó la importancia del rol correcto que debe ocupar el Estado en la pandemia y consideró que no debe ocupar el lugar de un "padre" que adoctrina a los argentinos como si fuesen niños para decirles qué hacer.
"Hay cierta tendencia a una conducción paternalista, donde (se cree que) uno desde el Gobierno debe contarle a la gente lo que debe interpretar. Uno debe ser claro con la información y responsable con los dichos. El hecho de describir cómo lo hicimos, no connota que debamos relajarnos. No terminamos con el problema y nunca dijimos eso. Esta es nuestra información para construir ciudadanía, y que cada uno decida hacer un esfuerzo cada día para cuidarnos. Cuánto más nos cuidemos, más rápido reduciremos los casos", dijo.
Finalmente, el ministro porteño aclaró porqué, a pesar de llevar 7 semanas de amesetamiento de la curva de contagios, en la Ciudad no están permitidas las reuniones en patios y terrazas y la reactivación de las labores de los trabajadores de hogares.
"Para los trabajadores de casa de familia esperaremos. Todavía tenemos muchos casos por días y hay que tener un camino de descenso, que creemos que va a ser lento. Esa medida la propondremos en la próxima etapa o más adelante", indicó.
Sobre las reuniones en lugares privados, Quirós señaló: "Creemos que es conveniente que sean donde el Gobierno tenga supervisión del espacio y ver cómo vamos avanzando con las medidas. Allí uno puede supervisar el cumplimiento de las normativas".