"Está claro que esto se trató de un globo de ensayo. Los Gobiernos nacional y porteño tantearon a la sociedad. La cuarentena del futuro es todos afuera menos los adultos mayores. La primera respuesta fue un 'NO' inmenso. Aún así es imposible ignorar el respaldo que le dio el Presidente a Horacio Rodríguez Larreta. Alberto y Horacio se necesitan mutuamente. Ambos quieren superar con éxito la tragedia del coronavirus, pero ambos también quieren superar a sus líderes políticos: Cristina y Mauricio". "Está claro que esto se trató de un globo de ensayo. Los Gobiernos nacional y porteño tantearon a la sociedad. La cuarentena del futuro es todos afuera menos los adultos mayores. La primera respuesta fue un 'NO' inmenso. Aún así es imposible ignorar el respaldo que le dio el Presidente a Horacio Rodríguez Larreta. Alberto y Horacio se necesitan mutuamente. Ambos quieren superar con éxito la tragedia del coronavirus, pero ambos también quieren superar a sus líderes políticos: Cristina y Mauricio".
"Nadie pide el final de la cuarentena porque sería suicida. Lo que pide la sociedad es una apertura inteligente y sumamente planificada. Todos vemos en la calle que aumentó la circulación de autos y esto tiene una explicación lógica. Cuando comenzó la cuarentena había 24 actividades exceptuadas. Hoy son 59. Cerrar al país tiene costos, pero es inevitable para no sufrir el genocidio de adultos mayores que están viviendo Italia o España. Pero va a doler y mucho porque la economía no se va a levantar de un día para el otro. El gran problema que tiene el Estado es que la sociedad porteña terminó frenando el siguiente nivel de la cuarentena". "Nadie pide el final de la cuarentena porque sería suicida. Lo que pide la sociedad es una apertura inteligente y sumamente planificada. Todos vemos en la calle que aumentó la circulación de autos y esto tiene una explicación lógica. Cuando comenzó la cuarentena había 24 actividades exceptuadas. Hoy son 59. Cerrar al país tiene costos, pero es inevitable para no sufrir el genocidio de adultos mayores que están viviendo Italia o España. Pero va a doler y mucho porque la economía no se va a levantar de un día para el otro. El gran problema que tiene el Estado es que la sociedad porteña terminó frenando el siguiente nivel de la cuarentena".
"La sociedad dijo: 'Quiero que me cuiden, pero no quiero entregar mi libertad y tampoco que haya autocracia'. El desafío que tienen los Gobiernos es que la enfermedad no contagie a la democracia". "La sociedad dijo: 'Quiero que me cuiden, pero no quiero entregar mi libertad y tampoco que haya autocracia'. El desafío que tienen los Gobiernos es que la enfermedad no contagie a la democracia".
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