La legisladora también vinculó su salida con el escenario político actual. Denunció que sectores del “viejo régimen” intentaron convertir su situación personal en una herramienta para frenar reformas, obstaculizar la conformación del bloque oficialista en el Senado y desgastar al Gobierno.
“Yo no me involucré en este proyecto por un asiento, ni por una dieta, ni por honores personales”, subrayó. Y agregó que, por el contrario, su participación se debe a la defensa del mérito, el trabajo duro y el liderazgo presidencial.
Por este motivo, comunicó que pone a disposición su renuncia a la banca de senadora por Río Negro, convencida de que ninguna demora beneficia al proyecto de transformación en curso.
En la parte final de la carta, la dirigente aclaró que la renuncia no implica un distanciamiento del espacio oficialista. “No renuncio a mis convicciones. No renuncio a mi compromiso con Río Negro. No renuncio a acompañar este proyecto histórico”, escribió.
Afirmó que deja el cargo precisamente para evitar ser utilizada “como herramienta para dañar al gobierno, a las reformas y al futuro de los argentinos”. Cerró el mensaje reiterando su disposición al Presidente y su compromiso con la continuidad del rumbo político que respalda.