Conmoción

Estranguló a su amigo de 10 años: así fue la confesión del crimen

Un adolescente de 16 años quedó como el principal sospechoso del asesinato que conmueve a la provincia de Tucumán.

Un niño de 10 años murió estrangulado mientras dormía en la casa de su tío abuelo en Tucumán

Un niño de 10 años murió estrangulado mientras dormía en la casa de su tío abuelo en Tucumán

Un niño de 10 años murió estrangulado mientras dormía en la casa de su tío abuelo, donde vivía junto a sus dos hermanos. El principal sospechoso es un adolescente de 16 años, amigo de la familia, que esa noche se había quedado a pasar la noche en la vivienda y posteriormente confesó el crimen a las autoridades.

Luego del episodio ocurrido en la capital tucumana, en el barrio Villa 9 de Julio, calle Paraguay al 100, el joven se comunicó con el 911 para reconocer el ataque, aunque no pudo precisar si el menor todavía continuaba con vida.

Acto seguido, la División de Homicidios se trasladó al domicilio, donde la familia recién comenzaba a despertar. Finalmente, los peritos constataron que el niño había fallecido, mientras que sus hermanos de 11 y 15 años se encontraban ilesos

Según contó la hermana del adolescente, el joven regresó a su casa temprano por la mañana, visiblemente alterado, y allí le admitió a su madre que había cometido un “error”.

El adolescente que estranguló a su amigo de 10 años se entregó a la Policía

En las horas posteriores, se comunicó con otros familiares a través de mensajes en los que expresaba arrepentimiento e incluso mencionaba posibles intenciones de autolesionarse. Finalmente, decidió entregarse de manera voluntaria y fue trasladado al Centro de Admisión y Derivación (CAD), donde permanece aislado y será evaluado por un equipo interdisciplinario de médicos, psiquiatras y psicólogos para determinar su imputabilidad.

El fiscal Pedro Gallo, a cargo de la investigación, indicó que la principal hipótesis apunta a la asfixia, aunque aún se esperan los resultados de la autopsia para confirmar la causa exacta de la muerte. Según los primeros exámenes, no se encontraron indicios de abuso sexual, y los hermanos sobrevivientes podrían declarar en Cámara Gesell, según la normativa vigente para menores de edad.

El adolescente sospechoso formaba parte de un grupo de amigos que se reunía diariamente en el barrio, y era habitual que se quedara a dormir en la casa de la víctima. Su familia aseguró que recibía tratamiento psicológico por episodios de angustia, pero que “no era violento”.

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