https://graph.facebook.com/v8.0/instagram_oembed?url=https%3A%2F%2Fwww.instagram.com%2Fp%2FB_Li4UGnXqa%2F&access_token=EAAGZAH4sEtVABAGZBikvcKw2ZB0uc2cw5hOh8YECOUZBoqWT8C8rrGBpEepmfJ0fTRoZC8Ygiw0dr6I7rlbpukDv6oDC8AseHM2xvdiTDtzfqMYe5Na7QAU643Ln0LAKFMFbJHhud8MrA3diXNJ4QZA7YYyeXfXpRtE0xk2o5T6lSCPdhB8JLILGXRZAIOwPWwZD
Algo de esto dicen que fue lo que le sucedió a Juana. La actriz y conductora quedó asombrada por la pieza pero sobre todo quedó obnubilada con el Tucu. Entonces, según testigos Juana -de 39 años- decidió esperarlo en la puerta del teatro. Cuando salió, el actor de 40 años se encontró con ella.
Ahí es donde comenzó el escándalo: hubo baile entre ambos, toqueteo, mucha onda, demasiada para los ojos que miraron atónitos la situación que -al parecer- no era algo amistoso sino un coqueteo con muchas ganas, algo hot para suceder en plena calle. En el lugar estaba también el actor Benjamín Alfonso que trabaja en la obra, y Juana abrazó fervientemente. Las cosas no llegaron a mayores por la cámara de Farandula show los encontró. El Tucu decidió salir corriendo de la situación, sin dar declaraciones.
Matador! Las tiene muerta a todas?
Juana Viale y un detalle de su casa que comprueba que mintió
Juana Viale puso a la venta su casa San Isidro y se conocieron las fotos de la intimidad de la lujosa propiedad. La casa, de 506 metros cuadrados cubiertos, incluye cinco dormitorios distribuidos en dos pisos uno en suite con vestidor, una mega terraza mirando al jardín y una pileta.
La propiedad se la regaló su abuela Mirtha Legrand y la publicó una inmobiliaria pidiendo por el inmueble 950 mil dólares.
Cada foto divina del lugar hasta que se reveló una mentira que Juana dijo varias veces: la actriz y conductora aseguró siempre que en su casa no hay televisores, pero en las fotos aparece uno.
Juana había dicho que no veía televisión porque elegía leer un libro en su tiempo libre y, por lo tanto, sus hijos tampoco consumían nada de la caja boba.
En 2016 Mirtha Legrand le preguntó: “¿Pero tus chicos no quieren ver televisión? Cuando vienen a casa les gusta”.
“Sí, yo sé. Cuando van a la casa de todos, menos a la mía, miran televisión”, contestó la nieta.