Nazarena Vélez ha tenido que superar golpes muy duros en su vida. La actriz perdió a su hermana, que murió en 2010 en un accidente de tránsito, y luego debió afrontar la partida de su pareja, el empresario Fabián Rodríguez, que se suicidó en 2014.
Nazarena Vélez habló de su adicción a las anfetaminas.
Nazarena Vélez ha tenido que superar golpes muy duros en su vida. La actriz perdió a su hermana, que murió en 2010 en un accidente de tránsito, y luego debió afrontar la partida de su pareja, el empresario Fabián Rodríguez, que se suicidó en 2014.
En tiempo pasó y, con el apoyo de su familia y ayuda profesional, la exvedette logró procesar el dolor, recuperarse y salir adelante. Aunque, hoy está enfocada en su faceta como productora y en su relación con Santiago Caamaño, no olvida las heridas del pasado que pudo cicatrizar.
En una entrevista con Cortá por Lozano, el programa de Verónica Lozano en Telefe, Nazarena Vélez habló abiertamente sobre un costado oscuro de su historia de vida: su adicción a las anfetaminas.
"Llegué a ingerir treinta pastillas y me ponía el reloj tipo a las ocho de la mañana para tomarme una pastilla porque mientras dormía le quería ganar horas al día. Lamentablemente, las compraba con una receta en la farmacia. La receta te la da primero un médico y yo llegué hasta robar talonarios para hacerme las recetas. Estaba enferma", reveló.
La actriz contó que, poco a poco, empezó a sufrir consecuencias de su adicción. "Se me rompió una vena en el cerebro y me agarró un soplo en el corazón”, recordó.
Nazarena remarcó que estaba obsesionada con su figura. “Era tanto lo que le metía al cuerpo para acelerar el quemar calorías. Llegué a tomar una cantidad increíble de pastillas. Por eso hoy puedo decir que era una pobre piba. Me veía flaca y me odiaba también porque me veía las estrías, la celulitis. No estaba contenta. Lo que no me daba cuenta era que me estaba muriendo. Tenía todos los números para morirme", sostuvo.
Por último, la actriz explicó que en el presente trata de mostrarse al natural en las redes sociales para no "vender" un modelo irreal a sus seguidores. "Quererme y aceptarme lamentablemente nunca fue lo mío, pero estoy aprendiendo a amarme", es el mensaje que ahora intenta difundir desde su Instagram.
