Paso a paso: cómo hacer bizcochuelo casero, fácil y rápido
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Batir los huevos y el azúcar. En un bowl grande, batir los huevos junto con el azúcar hasta que la mezcla se vea más clara y espumosa. Este paso es clave para que el bizcochuelo quede aireado. Se puede hacer con batidor de mano o eléctrico.
Agregar los líquidos. Incorporar la leche, el aceite y la esencia de vainilla. Mezclar bien hasta que todo quede integrado.
Sumar la harina. Agregar la harina leudante tamizada en dos o tres veces para evitar que se formen grumos. Mezclar con movimientos envolventes para mantener el aire en la preparación.
Volcar en el molde. Colocar la mezcla en un molde previamente enmantecado y enharinado. Es importante que la mezcla no supere las tres cuartas partes de la altura del molde para que tenga espacio para crecer.
Hornear. Llevar al horno precalentado a 180°C durante aproximadamente 35 a 40 minutos. No abrir el horno durante los primeros 30 minutos para evitar que el bizcochuelo se baje.
Comprobar la cocción. Pasado el tiempo, pinchar el centro con un palillo: si sale seco, está listo. Si no, dejar unos minutos más.
Enfriar y desmoldar. Dejar enfriar unos minutos antes de desmoldar para que no se rompa.
Consejos útiles
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Si no tenés harina leudante, podés usar harina común y agregar 2 cucharaditas de polvo de hornear.
Para un bizcochuelo de chocolate, se puede reemplazar parte de la harina por cacao amargo.
El bizcochuelo se puede conservar a temperatura ambiente bien tapado o freezar en porciones para tener siempre a mano.
Si querés que quede más húmedo, podés agregarle ralladura de naranja o limón, o bañarlo con almíbar una vez cocido.
Una receta simple que siempre funciona
El bizcochuelo casero es una de esas recetas que nunca fallan. Es práctica, económica y fácil de hacer, ideal para cualquier día de la semana. Lo mejor es que se adapta a múltiples versiones: se puede rellenar, cubrir con chocolate, espolvorear con azúcar impalpable o simplemente disfrutarlo solo.
Con este paso a paso, es posible preparar un bizcochuelo esponjoso y delicioso sin necesidad de experiencia en pastelería. Una solución rápida para cuando se necesita un clásico que siempre funciona.