Se confirmó que la asesina de Fernando Pastorizzo, Nahir Galarza, inició un romance con Juan José O'Connor.
Nahir Galarza, detenida desde hace casi seis años en la Unidad Penal Femenina 6 Concepción Arenal, vive un nuevo capítulo en su vida. En un giro inesperado, la joven ha encontrado el amor dentro de los muros de la prisión. Su abogado, José Ostolaza, confirma que Galarza se encuentra en condiciones de solicitar un traslado para poder ver a su nuevo novio, un recluso de la Unidad de Varones 1 Juan José O’Connor, ubicada a pocos metros de la suya.
El romance floreció en un entorno poco convencional: las clases de Programación Informática impartidas por la Universidad Autónoma de Entre Ríos (UADER) en la prisión. "Se llama Ayala. Se conocieron porque comparten las clases juntos", revela un guardiacárcel que prefiere mantenerse en el anonimato. "Cuando ella se cruza para acá, charlan y toman mate juntos".
La relación ha trascendido las paredes de la cárcel y se ha convertido en un tema de conversación tanto dentro de la institución como entre los vecinos de la zona, quienes ven frecuentemente a Nahir en compañía de otras internas. "Es una relación", confirma Ostolaza, y añade que para que puedan verse fuera del contexto de las clases, se requiere una autorización judicial para permitir las llamadas visitas higiénicas. Este procedimiento implica una serie de estudios médicos y evaluaciones psicológicas para asegurar que ambos están en condiciones de tener contacto.
El caso de Nahir Galarza sigue siendo uno de los más controversiales en la historia reciente del país. Con tan solo 19 años, Nahir fue condenada a cadena perpetua por el asesinato de su novio, Fernando Pastorizzo, convirtiéndose en la mujer más joven en recibir tal sentencia en Argentina. El 29 de diciembre de 2017, Fernando fue encontrado muerto en una calle de Gualeguaychú con un tiro en la espalda y otro en el pecho. La escena del crimen incluía su moto y dos cascos tirados en el suelo.
Inicialmente, Nahir fue interrogada como testigo. Declaró haber visto a Fernando la noche anterior al crimen, pero varios indicios la señalaron como sospechosa. En una segunda declaración, admitió haber disparado a su novio con el arma reglamentaria de su padre, un policía de Entre Ríos, alegando que fue accidental.
Las pruebas demostraron que Nahir efectuó los dos disparos: el primero por la espalda mientras Fernando conducía su moto, y el segundo en el pecho cuando estaba en el suelo. Fernando murió casi al instante, a pocos metros de la casa de su abuela. Tras el crimen, Nahir volvió a su casa y dejó el arma en el mismo lugar donde su padre la guardaba, para luego acostarse a dormir.
El 3 de julio de 2018, el Tribunal de Juicio y Apelaciones de Gualeguaychú la sentenció a prisión perpetua, veredicto que fue confirmado en julio de 2019 por la Sala II de la Cámara de Concordia. El caso capturó la atención del país, no solo por la juventud y apariencia de Nahir, sino también por las circunstancias que rodeaban su relación con Fernando, quien se decía, era violento con ella.
En 2022, después de cuatro años en prisión, Nahir intentó un giro en su caso al denunciar que el verdadero autor del homicidio era su padre. Según su versión, Marcelo Galarza llegó a gran velocidad en el auto familiar el día del crimen, lo que asustó a Fernando y provocó su caída. Nahir afirmó que su padre, tras un intercambio de palabras, disparó contra Fernando. Sin embargo, la fiscalía de Gualeguaychú desestimó esta denuncia, reafirmando la sentencia inicial.
A pesar de su condena y el fallido intento de revocar su sentencia, Nahir Galarza encuentra una nueva esperanza en su relación con Ayala. En un entorno tan inhóspito como la cárcel, el amor se presenta como una luz en medio de la oscuridad. Ahora, queda por ver si la autorización judicial permitirá que ambos puedan tener un espacio más íntimo para su relación, un respiro en medio de la rutina carcelaria.
