Por eso, la maca no solo es vista como un suplemento para la salud sexual, sino también como un energizante natural de amplio espectro.
Existen distintas variedades de maca según el color de la raíz, y cada una puede tener efectos ligeramente diferentes en el organismo. La maca amarilla es la más común y accesible; se la asocia con mejoras en la energía general, el estado de ánimo y el equilibrio hormonal. La maca roja, por su parte, posee un mayor poder antioxidante y es especialmente útil para la salud ósea y prostática. En cambio, la maca negra es considerada la más potente en términos de fertilidad masculina y rendimiento físico.
Qué genera la maca en el rendimiento sexual
Estas variedades pueden consumirse por separado o combinadas. De hecho, muchas presentaciones comerciales ofrecen mezclas equilibradas entre las tres para aprovechar sus beneficios de forma integral.
¿Qué dice la ciencia sobre sus efectos sexuales?
Estudios clínicos han demostrado que la maca puede:
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Incrementar el deseo sexual después de 6 a 8 semanas de uso continuo.
Mejorar la calidad del semen, especialmente en cuanto a concentración y movilidad.
Reducir la disfunción sexual inducida por antidepresivos, tanto en hombres como en mujeres.
Favorecer el equilibrio hormonal sin alterar directamente los niveles de testosterona o estrógenos, lo que sugiere un efecto modulador y no invasivo.
En 2010, una revisión publicada en Fertility and Sterility analizó cuatro ensayos clínicos controlados y concluyó que la maca tiene un efecto positivo sobre la función sexual en adultos sanos. Si bien se necesitan estudios más amplios y a largo plazo, los resultados actuales son prometedores.
Aunque se la asocia sobre todo con la sexualidad, la maca también aporta múltiples beneficios generales. Mejora la resistencia física y mental, ayuda a reducir síntomas de la menopausia como los sofocos y la irritabilidad, favorece el rendimiento cognitivo y contribuye a la recuperación muscular. Por eso, no solo se recomienda para personas con baja libido, sino también para quienes atraviesan estrés, fatiga crónica o cambios hormonales.
¿Cómo se consume la maca?
La maca se presenta en diferentes formatos: polvo, cápsulas o extracto líquido. El polvo puede añadirse fácilmente a licuados, yogures o bebidas calientes.
Se recomienda comenzar con una dosis diaria de entre 1,5 y 3 gramos, e ir ajustando según los efectos y la tolerancia. Muchos especialistas sugieren ciclar su consumo: tomarla durante 8 a 12 semanas, descansar, y luego retomar.
En personas sanas, la maca es segura y bien tolerada. Sin embargo, en casos de enfermedades tiroideas, desequilibrios hormonales severos, embarazo o lactancia, es importante consultar con un profesional de la salud antes de incorporarla como suplemento.