Fue un domingo de caos en Brasil. Miles de seguidores del expresidente brasileño Jair Bolsonaro invadieron las tres sedes del poder reclamando la intervención militar para derrocar al presidente que acaba de asumir Luiz Inácio Lula da Silva.
Fue un domingo de caos en Brasil. Miles de seguidores del expresidente brasileño Jair Bolsonaro invadieron las tres sedes del poder reclamando la intervención militar para derrocar al presidente que acaba de asumir Luiz Inácio Lula da Silva.
Los manifestantes ingresaron en el Congreso Nacional, en la Corte Suprema y en el Palacio Presidencial del Planalto haciendo destrozos. Rompieron todo, inundaron las salas y hasta fueron acusados de llevarse pertenencias de funcionarios.
Al respecto, se conocieron varios videos que muestran por dentro cómo fue la locura que se vivió en los edificios. Además, hubo piedrazos y hasta prendieron fuego algunos sectores.
A partir de esto, el presidentr Lula Da Silva decretó la intervención federal en el área de Seguridad de Brasilia y afirmó que los involucrados “pagarán con la fuerza de la ley ese gesto antidemocrático”.
El Supremo Tribunal de Justicia (STF, similar a nuestra Corte Suprema) suspendió por 90 días al gobernador de Brasilia, Ibaneis Rocha, por entender que estuvo en connivencia con golpistas que invadieron y destruyeron las sedes de los tres poderes del Estado.
El ministro del STF Alexandre de Moraes fundamentó la decisión en que todos los "actos despreciables" del domingo no quedarán impunes, escribió el magistrado.
Ibaneis Rocha no hizo nada para evitar la acción de la turba bolsonarista que tomó con suma violencia la sede del Congreso, del Poder Judicial y estuvo a punto de hacer lo mismo con la del Poder Ejecutivo en su intento de golpe de Estado.
Para Moraes, que anunció la suspensión del gobernador de la capital del país, "los actos terroristas del domingo solo pudieron contar con el beneplácito del gobierno del Distrito Federal, ya que se conocían los preparativos para el motín".
En tanto, el presidente Lula da Silva, mantendrá una reunión al más alto nivel con los gobernadores de todo el país luego de la jornada que puso en vilo a la democracia de Brasil.