Ibaneis Rocha no hizo nada para evitar la acción de la turba bolsonarista que tomó con suma violencia la sede del Congreso, del Poder Judicial y estuvo a punto de hacer lo mismo con la del Poder Ejecutivo en su intento de golpe de estado.
Para Moraes, que anunció la suspensión del gobernador de la capital del país, "los actos terroristas del domingo solo pudieron contar con el beneplácito del gobierno del Distrito Federal, ya que se conocían los preparativos para el motín".
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Ibaneis Rocha, el gobernador de Brasilia suspendido por 90 días con la Corte Suprema de Brasil (Foto: Gentileza UOL)
En tanto, el presidente Lula da Silva, mantendrá una reunión al más alto nivel con los gobernadores de todo el país luego de la jornada que puso en vilo a la democracia de Brasil.
Escalada de violencia permitida en Brasilia
El máximo tribunal de Justicia fue uno de los lugares que más daños sufrió en el intento de los golpistas que gritaban a favor de Jair Bolsonaro.
El ministro Alexandre De Moraes, encargado de anunciar la sanción contra el gobernador de la capital, fue además el presidente del tribunal electoral en los últimos comicios.
Rechazó todos y cada uno de los planteos sobre supuestos fraudes que denunció Jair Bolsonaro - siendo presidente - para favorecer el triunfo de Lula.
Ahora, fue el relator del fallo que tomó el pedido de la fiscalía nacional. El gobernador Ibaneis Rocha - como mínimo - no hizo nada para prevenir la violencia. Fue notorio como desde el viernes llegaron camiones y micros con bolsonaristas a la Brasilia.
Todos se concentraron y "acamparon" delante del Cuartel General del Ejército para pedir la intervención el ejército porque desconocen el triunfo de Lula, aún a una semana de haber asumido como presidente de la Nación por tercera vez en su vida.
El gobernador tiene el poder para ordenar a la policía el retiro de los manifestantes, pero no solo no hizo nada sino que habló de una acción "pacífica" en la llegada de los golpistas.
Es por eso que quedó sindicado por el STF como responsable de haber favorecido el accionar de la turba que atacó las sedes de los tres poderes del estado nacional .
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Turbas golpistas avanzan sobre las explanadas de acceso a la Cámara de Diputados en Brasilia (Foto: Gentileza Estadao)
“La escalada violenta de hechos delictivos derivó en la invasión de los edificios del Palacio del Planalto, del Congreso Nacional y del Supremo Tribunal Federal, con depredación de bienes de dominio público, como fue ampliamente difundido por la prensa nacional, circunstancias que solo podían darse con el consentimiento, e incluso la participación efectiva de las autoridades competentes en materia de seguridad pública e inteligencia, ya que la organización de las supuestas manifestaciones era un hecho notorio, que fue difundido por los medios brasileños”, escribió el miembro de la Corte, Alexandre de Moraes en la sentencia.
Es la primera persona con altos cargos ejecutivos vinculados con los golpistas. Es, además, integrante del centrista Partido MDB.
Su acción puso en una posición más que incómoda a Simone Tebet. Fue tercera en la primera vuelta electoral y enseguida anunció su apoyo a Lula. Una vez electo presidente, el veterano dirigente del PT (partido de los Trabajadores ) compensó ese apoyo con su designación como ministra de desarrollo.
Por eso con la inoperancia o connivencia de Rocha, la alianza con Lula quedó deteriorada.
También se tomaron medidas con los jefes de la policía militar de Brasilia por su falta de acción ante los golpistas.
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La Justicia brasileña ordenó desmantelar los campamentos de bolsonaristas en torno del cuartel central del Ejército en Brasilia (Foto: Gentileza Telesur)
Desmantelar los campamentos golpistas
Es otra de las órdenes que han dado las autoridades constitucionales del país. Cuando la policía militar logró expulsar a los golpistas de las sedes del gobierno, se replegaron hacia el cuartel general del Ejército. Permanecen en ese lugar desde el triunfo electoral de Lula. Los bolsonaristas desconocen su victoria y quieren una intervención de los militares.
Para recuperar la tranquilidad en la capital, los poderes del estado ordenaron que se desmantelen esos campamentos, que siguen presionando a los uniformados contra las autoridades de la democracia en Brasil.
El Centro de Comunicación Social del Ejército informó que “muchos manifestantes ya han salido espontáneamente del lugar”.
Los efectivos trabajan al mismo tiempo en el desmantelamiento de las estructuras abandonadas para evitar que regresen.
Ya en su momento, el designado ministro de Justicia por parte de Lula había advertido antes de la asunción que esperaba que las fuerzas armadas "desmovilizaran los campamentos antidemocráticos de las puertas de la sede del Ejército".
Pero esa petición no se cumplió y gran parte de los violentos del domingo partieron justamente desde esos campamentos bolsonaristas.
La orden de este lunes es que sean corridos de la zona por completo y evitar que puedan reinstalarse. Fue nuevamente el magistrado Alexandre De Moraes quien dio un plazo de 24 horas para que todas las instalaciones de los insurgentes sean desmanteladas por completo.