Los investigadores también destacan que las mujeres suelen ser menos activas físicamente que los hombres, un fenómeno observado a nivel mundial: según estudios previos, el 33,8 % de las mujeres hace muy poco ejercicio, frente al 28,7 % de los hombres.
Esto subraya la necesidad de diseñar programas de ejercicio más específicos para mujeres, argumenta la cardióloga Emily S. Lau, del Massachusetts General Hospital, quien acompañó la publicación con un comentario editorial. “Las diferencias entre sexos no se limitan al ejercicio: las mujeres pueden presentar síntomas distintos durante un infarto y responder de manera diferente a terapias y medidas preventivas”, agregó Lau.
Por su parte, la cardióloga Christina Magnussen, del Hospital Universitario de Hamburgo-Eppendorf, afirmó que “los resultados muestran diferencias significativas entre mujeres y hombres en los efectos de la actividad física sobre la aparición de la enfermedad coronaria y la tasa de mortalidad”, aunque sugirió replicar los hallazgos en poblaciones más diversas, dado que el UK Biobank no representa completamente a la población general.