En medio de los grandes lanzamientos y campañas de marketing, esta película llegó sin hacer demasiado ruido. Sin embargo, el boca en boca y las recomendaciones dentro de la plataforma la fueron posicionando como una de las favoritas del público que busca algo más que una historia de amor convencional.
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De qué trata "Gente que viene y bah"
La historia gira en torno a Bea Vélez, interpretada con carisma por Clara Lago, una joven arquitecta que parece tener su vida resuelta: una carrera prometedora, una pareja estable, un futuro planificado. Pero todo se desmorona cuando descubre que su novio le fue infiel y, al mismo tiempo, pierde su trabajo. Este doble golpe emocional la lleva a regresar al hogar de su infancia, en un pequeño pueblo, donde la esperan sus padres, hermanas y un sinfín de situaciones desbordadas de humor.
Es ahí donde comienza realmente su transformación: Bea se enfrenta a sus miedos, sus frustraciones y a su propia identidad, en un entorno que le resulta tan familiar como ajeno. En ese contexto aparece Diego, un vecino enigmático que, sin proponérselo, se convertirá en un catalizador importante para que Bea reconsidere lo que realmente quiere.
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La película está inspirada en la novela homónima de Laura Norton, una autora que ya ha cosechado elogios por su capacidad para retratar relaciones humanas con un equilibrio justo entre ironía y ternura.
El elenco de "Gente que viene y bah"
- Clara Lago
- Álex García
- Carmen Maura
- Alexandra Jiménez
- Paula Mália
- Fernando Guallar
- Carlos Cuevas
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Por qué ver "Gente que viene y bah" en Netflix
Podría decirse que Gente que viene y bah es una película ideal para esos momentos en que se necesita desconectar, reír un rato, emocionarse un poco y recordar que la vida, aunque caótica, puede estar llena de segundas oportunidades.
La historia no intenta reinventar el género, pero sí lo hace con una frescura que lo renueva. Tiene una mirada muy honesta sobre las crisis personales, la presión social por tener una vida “resuelta” y la importancia de aceptar que equivocarse también es parte del camino.
Además, cuenta con una fotografía cuidada, una banda sonora que acompaña con sensibilidad y una dirección que prioriza los vínculos humanos por encima de los clichés. Todo eso le da un aire más real y cercano que muchas otras comedias románticas más predecibles.