El día de su desaparición, la joven habría sufrido un ataque de pánico y salió corriendo de la vivienda donde se encontraba. Poco después, el 12 de septiembre, su cuerpo fue encontrado en un arroyo. A pesar de que ya se realizó la autopsia, los resultados aún no se han dado a conocer.
El hermano de Micaela expresó su incredulidad ante la versión oficial, que sostiene que la joven murió ahogada. "El arroyo tiene un caudal tan bajo que ni un bebé podría ahogarse ahí", comentó, poniendo en duda las circunstancias que rodean su muerte.
Además de enfrentar el dolor de la pérdida, la familia de Micaela enfrenta serias dificultades económicas para repatriar su cuerpo a la Argentina. Según explicó, la cochería les pidió 3800 dólares para trasladar el cuerpo, mientras que los costos para llevar a su sobrino, el hijo de Micaela, ascienden a 450 dólares por pasaje. Ante esta situación, piden ayuda para poder hacer frente a estos gastos.