Se llama Síndrome del corazón roto y existe. Es real. El Dr. Pablo Lamelas, Cardiólogo Intervencionista ICBA Instituto Cardiovascular y Profesor de Epidemiología Clínica, Universidad de McMaster, Canadá (MN 129220), asegura que la mayoría de personas que sufre esta condición evolucionan de forma positiva, sin embargo, existen personas que pueden encontrar la muerte por este pico de estrés.
"Hay una enfermedad llamada miocardía por estrés o infarto por estrés, que debe ser diferenciado del infarto convencional, causado porque se tapan las arterias del corazón. La miocardía por estrés, también llamada Tskotsubo, es una entidad en la cual el músculo del corazón se debilita de una manera aguda simulando un infarto, pero debido a un pico de estrés y las coronarias no tienen obstrucciones", explica Lamelas.
Para el médico clínico y hematólogo, Dr. Alejandro Suero, las cardiopatías están muy asociadas al estrés. Además, indica que existen personalidades llamadas "tipo A", que habla de una predisposción al aforma de manejarse o proceder en personas que tienen problemas cardiacos. "Lo que te pega, cómo lo recibís vos el impacto de cualquier situación. Hay cosas del orden psicológico y emocional que no las trabajás", asegura Suero.
"Es un fenómeno raro, no es tan frecuente como el infarto convencional. Suele presentarme en mujeres en la menopausia o perimenopausia. Generalmente los pacientes terminan teniendo un cateterismo porque el diagnóstico se da después de tratar el Tskotsubo", explica Lamelas.
Lamelas asegura que el estrés también puede causar infartos convencionales, ya que agrava cuadros de personas que tengan las arterias tapadas. Para la psicóloga Cristina García (MN 20.622) lo afectivo y emocional está estrechamente relacionado con lo somático, con lo que el cuerpo experimenta como síntoma de enfermedad.
"Puede ser una combinatoria de factores como predisposición genética y psicosomática. Entendiendo esto último como el origen de enfermedades disfuncionales y/u orgánicas. Es decir, que lo psíquico y emocional afectivo afecta lo somático, el soma", explica García.
"Cuando nuestros recursos emocionales no nos permiten afrontar las vicisitudes de la vida, entramos en una especie de sin salida. Cuando esta sensación de sin salida dura un tiempo, se mantiene, es caldo de cultivo para enfermedades que pueden ser orgánicas, esto se llama distrés", comenta García.
Por esto se recomienda hablar con profesionales capacitados para ayudarnos en los momentos difíciles, para poder bajar el estrés.
